SOJA 2020: CLIMA, ECONOMÍA Y POLÍTICA

El comportamiento climático durante la zafra permite inferir gran variación en los rendimientos finales, ya que actualmente se observan parcelas en estado óptimo a pésimo en cuanto a desarrollo y aspecto. Ya las primeras parcelas cosechadas presentan pronunciada variación de rendimientos.

La presente zafra se caracteriza por el calor elevado y escasas precipitaciones, mayormente con exigua reserva de humedad en el suelo, con lluvias casi siempre sobre la hora. Los suelos, lejos de su capacidad de campo apenas mantuvieron la humedad necesaria en el perfil superficial en la mayor parte del área agrícola.

El calor sumado a las precipitaciones mayormente escasas y dispersas mostrará su incidencia en los rendimientos de la soja principalmente de acuerdo a la zona, fecha de siembra y material utilizado. El manejo del suelo relacionado a la capacidad de retener humedad también se podrá observar reflejado en los rendimientos.

En algunos departamentos del centro y norte de la Región Oriental la siembra tempranera fracasó obligando a la resiembra, lo que a su vez puede postergar la fecha de la cosecha imposibilitando la viabilidad de sembrar maíz zafriña en época apropiada, con ello se puede aguardar una drástica reducción en el área de siembra de maíz que habitualmente sigue a la soja tempranera. Aquellas parcelas de soja tempranera afectadas por la falta de humedad en etapas iniciales de desarrollo que no fueron resembradas, presentan pequeño porte y desarrollo irregular con excepciones puntuales donde se produjeron precipitaciones.

En la época inmediatamente anterior al inicio de la siembra de soja tempranera, las condiciones climáticas no fueron propicias para que los herbicidas puedan actuar de manera adecuada, lo que permitió el desarrollo de malezas cuyo protagonista visible es la Conyza ocupando amplias zonas, se verifican gran número de parcelas con graves problemas de manejo. Digitaria no prosperó tanto como en años anteriores y se observa su menor incidencia en las chacras.

En el ámbito económico relacionado a la agricultura se avizoran tiempos más que difíciles, con un número mayoritario de agricultores abrumados por las deudas. Agricultores endeudados y muy endeudados con refinanciación reiterada, presos de acopiadores y bancos ruegan por una cosecha buena que solo puede mitigar momentáneamente un problema complejo cuya solución requiere años.

Desde el gobierno los agricultores han recibido más que nada, palos; en forma aumento de impuestos y requerimientos burocráticos insostenibles que inviabilizan la agricultura mecanizada en pequeña escala, los agricultores que cultivan menos de 50 ha tienden a desaparecer.

Sumados a la exigencia de la actividad agrícola caracterizada por la alta competitividad, se multiplican exigencias, regulaciones e impuestos notoriamente incrementados durante el presente gobierno, que es el que más ha restringido los derechos de libertad empresarial e individual pretendiendo aplicar incluso el uso del Big Data para controlar a los ciudadanos. Se reavivaron las invasiones a propiedades privadas y aumentó considerablemente la violencia hacia los agricultores en el discurso político así como el hostigamiento de ONGs ambientalistas. Paraguay está siguiendo a la Argentina por la peligrosa senda que conduce al socialismo, con algunos años de atraso pero en la misma dirección.
Clima, economía y política afectan de sobre manera a la agricultura paraguaya. Con el primero los agricultores han aprendido a lidiar; la última quizás es la que puede llevar a la destrucción de la agricultura y del país.

Por otra parte, la incidencia de plagas y enfermedades se presentó muy baja disminuyendo la necesidad de aplicaciones para controlarlas. La roya que generalmente se muestra agresiva ya en diciembre, se manifiesta apenas mínimamente. Los chinches, la plaga que más se roba las cosechas de soja (después de los políticos) aparecieron poco y con la menor incidencia en muchos años.

Con pocos días nublados la insolación es máxima, así como la captación de los rayos por las hojas de la soja que son como paneles solares, es decir mucha energía y máxima actividad de fotosíntesis para las plantas, que redundará en la acumulación de reservas en los granos.

Factor importante: la fe del agricultor es inquebrantable; seguirá luchando, forjando un mejor futuro para su familia y para el país. A pesar de las vicisitudes, sigue apostando al Paraguay del trabajo.