Investigadores analizan presencia de antibióticos y micotoxinas en leche consumida en el país

Asunción, IP.- Con la finalidad de evitar un problema de salud pública y teniendo en cuenta que en Paraguay no existe información al respecto, investigadores analizaron la presencia de antibióticos y la determinación de micotoxinas en leche fluida pasteurizada consumida en el país.

Los niños son más susceptibles a las mismas, por lo cual no desarrollan mecanismos bioquímicos para la neutralizar y eliminar toxinas, por lo que es fundamental contar con la información necesaria para asegurar el consumo de leche.

La investigadora, Laura Mendoza explicó que la presencia elevada de micotoxinas (compuestos tóxicos por hongos)  en la leche vacuna produce numerosos problemas de salud pública. Las micotoxinas M1 tienen una gran actividad cancerígena, teratogénica (provoca un defecto congénito) y mutagénica (mutaciones sobre el ADN).

El principal síndrome que produce es el hepatotóxico (daño al hígado), pudiendo afectar otros órganos, como el riñón y el cerebro, además son inmunosupresoras ya que inhiben la fagocitosis (proceso por el cual se capturan y digieren partículas nocivas), la síntesis proteica e interfieren con la absorción de nutrientes.

Conacyt

Por lo tanto, la presencia de residuos de antibiótico y de micotoxinas en niveles elevados en leche vacuna producen la resistencia múltiple antimicrobiana, lo cual representa un riesgo para la salud humana especialmente en los niños.

Según Mendoza, el proyecto surgió teniendo en cuenta el uso indiscriminado de diferentes antimicrobianos (sustancia que mata microorganismos) en ganado vacuno sin la implementación de las Buenas Prácticas Pecuarias, lo que es considerado como uno de los factores más importantes de la presencia de residuos antimicrobianos en los alimentos de origen animal y sobre todo la aparición de diversos microorganismos resistentes.

El 100 % de las muestras analizadas fueron negativas para la presencia de antibióticos. Todos los valores de micotoxinas se encontraron dentro de los niveles permitidos en el Mercosur y la Food and Drug Administration (FDA).

Sin embargo, para los parámetros establecidos según la norma de la Unión Europea, el 33 % y el 73% de las muestras, estaban por sobre el límite en verano e invierno respectivamente; y durante el invierno se verificaron los mayores niveles de micotoxinas.

Como producto del proyecto, se diseñó y elaboró la Guía de Buenas Prácticas Pecuarias en producción lechera, la cual fue validada con los productores primarios. El mismo podría ser tenido en cuenta para establecer una reglamentación obligatoria que exija su verificación, para contribuir tanto en el uso racional de antibióticos como también en la disminución de riesgos de presencia de micotoxinas en el producto terminado “Conacyt, desarrollando cultura de ciencia, tecnología, innovación y calidad”.

La investigadora considera que el mayor beneficio para la población es que pueden contar con la seguridad de que efectivamente adquieren un producto apto para el consumo humano, teniendo en cuenta que se trata de productos registrados.

“Las instituciones reguladoras tienen un sustento para el fortalecimiento en la implementación de Buenas Prácticas Pecuarias, para que las empresas elaboradoras puedan disminuir el nivel de aflatoxina (toxinas producidas por ciertos hongos) en el producto y seguir vigilando el manejo correcto en el uso de los antimicrobianos”, explicó.

Además, la profesional resaltó que las industrias lácteas podrán tomar las medidas correctivas necesarias para que puedan competir en mercados más exigentes como el europeo.

Asimismo, la investigadora mencionó que es imperioso instalar un sistema de vigilancia de manera coordinada entre los entes sanitarios reguladores para la realización del Monitoreo de antibióticos y micotoxinas de productos lácteos en Paraguay. Estas medidas permitirán ofrecer a la población un alimento inocuo y de mayor calidad.

Este proyecto fue cofinanciado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), con recursos del FEEI, y fue ejecutado por Investigación para el Desarrollo.