“Paraguay debe mirar sus necesidades en forma integral, resiliente e inclusiva”

Las políticas contra el cambio climático deben abordar los factores económicos, ambientales y sociales. El país no está exento de sufrir los impactos y debe tomar medidas de adaptación y mitigación.

Uno de los grandes desafíos de Paraguay es caminar hacia una economía verde e inclusiva. Anna Wellenstein, directora regional para América Latina y el Caribe, Grupo de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial, compartió algunos parámetros a tener en cuenta para cumplir con las metas de sostenibilidad luego de haber participado en un conversatorio en el país de forma virtual.

–¿De qué manera el cambio climático influye en el aumento de la pobreza y la desigualdad?

–El cambio climático impacta más en poblaciones vulnerables. El primer impacto es que este grupo tiene más probabilidad de vivir en lugares en los cuales está más expuesto a los impactos de clima. En las ciudades tiende a vivir en los asentamientos irregulares, de inundación frecuentemente, o de derrumbe. Entonces hay una tendencia que en las áreas urbanas la gente más pobre es también más vulnerable a los impactos del clima. Otra forma de impacto son las enfermedades y la exposición al calor. En el momento que es caliente el clima, la gente pobre tiene más probabilidad de obtener trabajos afuera, o de caminar para llegar al trabajo y no tienen la capacidad de estar en aire acondicionado. O cuando hay sequías, no tiene posibilidad de guardar agua para momentos de cambios. En general la gente más pobre, más vulnerable, tiene mayor exposición a la naturaleza y tiene menos capacidad de mitigar los impactos. También cuando hay transiciones en la economía por cambios de clima, ellos tienen menos capacidad y menos resiliencia de cambiar de trabajo.

–¿Cómo se observa este mismo escenario en los grandes y pequeños productores en el sector rural?

–Los grandes productores van a tener la capacidad financiera, de tecnología y de conocimientos para cambiar su forma de producción, para optar por otro tipo de semillas u otros sistemas de irrigación, pero también para adaptar a nuevos mercados y nuevas demandas, porque la gente está dispuesta a pagar más a productores que no estén ligados a la deforestación. En este sentido el pequeño productor no tiene la capacidad muchas veces en conocimientos en cambiar la forma de producción ni tienen los recursos financieros para hacerlo. Un punto importante por ejemplo es tener las capacidades de trazabilidad y producir con confianza, como en Uruguay, que está invirtiendo muchísimo en sistemas de monitoreo de los productos para verificar que son producidos de forma verde y los mercados que están listos para pagar más en esos proyectos también insisten en que ese sistema da confianza. Es mucho más fácil que un gran productor se adapte, pero también hay un rol de Gobierno que es muy importante para facilitar estos cambios de sistemas.

–¿Cómo pueden impactar las medidas de la UE en países productores?

–Creo que hay tres formas de cambio en los mercados. Algunos están poniendo impuestos como el caso de Europa, también están contemplando regulaciones para productos que están ligados a la deforestación y la tercera forma tiene que ver con el comportamiento de compra de la gente. Es importante tener en cuenta que están creciendo esos empujes de mercado, para los productores de Paraguay y otros países lo que vemos es que están tomando una decisión estratégica de querer ser los primeros en ingresar a esos mercados porque ven como mercados de más autovalor, de más rentabilidad. Están otros países que verdaderamente están tomándolo como estrategia, el ejemplo en agricultura es Uruguay, pero en términos de tener una economía verde está Costa Rica en la región, tomaron la decisión hace muchos años no solo acerca de los productos que exportan sino que implementaron medidas en su energía, transporte y sus bosques para atraer al país negocios. Para Paraguay hay las mismas oportunidades.

–¿Cuáles son sus principales recomendaciones para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030?

–El país tiene que mirar sus necesidades en forma integral, los temas verde, resiliente e inclusivo no son aislados, están ligados unos a otros. El país tiene que ver y priorizar las áreas de inversión y acción del país. Yo creo que una de las áreas más importantes para Paraguay es la agricultura forestal, cómo se manejan los impactos de inundaciones como Asunción y priorizar las inversiones en base a beneficios inmediatos o locales.


Perfil

Anna Wellenstein tiene más de 20 años de experiencia en desarrollo urbano e infraestructura. Como directora regional para América Latina y el Caribe, Grupo de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial, es responsable de las carteras de agricultura, clima, gestión de riesgo de desastres, medioambiente, tierra, sociales, urbanas y de agua.

En general, la gente más pobre, más vulnerable tiene mayor exposición a la naturaleza y tiene menos capacidad de mitigar los impactos del cambio climático. UH