Nivel crítico: la deuda estadounidense supera el tamaño de la economía

Las autoridades estadounidenses gastaron enormes cantidades de dinero para luchar contra la pandemia, pero no tenían suficiente presupuesto y tuvieron que recaudar fondos en el mercado. Como resultado, la deuda nacional alcanzó los 28 billones de dólares, más que el PIB del país.
Para el cuarto trimestre de 2020, el PIB de EEUU fue de unos 21,5 billones de dólares. Es decir, la deuda superó el 130% del PIB del país. La diferencia es más del doble si se compara con las consecuencias de la guerra de Irak en 2009 cuando la deuda había sido del 60% del PIB, según los datos de The Balance. Y también es más que la deuda del 114% tras la Segunda Guerra Mundial.


No obstante, JP Morgan Asset Management asegura que lo importante no es la deuda en sí, sino el coste del servicio de la misma.
“A pesar del aumento de la deuda pública para combatir los efectos de la pandemia, el coste del servicio de esta deuda es mucho más barato de lo que era, por ejemplo, a mediados de los noventa y principios de los 2000, cuando la deuda en relación con el PIB era inferior al 50% y el Gobierno funcionaba con un superávit presupuestario”, explican los analistas.

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Al mismo tiempo, si las tasas suben —y lo harán con el fin de la crisis, ya que las expectativas de crecimiento económico y el aumento de la inflación son factores decisivos en este caso—, los pagos netos de intereses en relación con el PIB aumentarán del 1,3% actual al 3,2%, pronostica la columnista de la edición en ruso de Sputnik, Natalia Dembínskaya.
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La analista estima que “en 2028 los estadounidenses gastarán una quinta parte del presupuesto del Estado solo en intereses de la deuda”.
Mientras tanto, cerca de la mitad de la deuda nacional pertenece a inversores extranjeros, con China en el segundo lugar entre los acreedores. Pekín tiene más de un billón de dólares en bonos del Tesoro y teóricamente podría venderlos.

“Si lo hace, la Fed comprará los títulos en el mercado para mantener los tipos bajos y el coste del servicio de los préstamos. Pero esto solo tendrá un efecto a corto plazo. Tarde o temprano, los inversores perderán la confianza en la capacidad del Gobierno estadounidense para devolver los fondos prestados, comenzarán a vender los papeles y exigirán tipos de interés más altos. Esto tendrá graves consecuencias económicas”, explica Dembínskaya.
La analista agrega que los tipos más altos reducirán el valor de mercado de los bonos en circulación. Como resultado, varias instituciones financieras —fondos de inversión, fondos de pensiones, bancos, compañías de seguros y otros tenedores de deuda pública— sufrirán pérdidas. “Todo acabará con una ola de quiebras y otra crisis financiera”, concluye. mundo.sputniknews.com