Naturalistas promocionan fórmulas contra el cáncer, sida, diabetes y otros males, libremente. Salud solo regula la venta de herboristería. Se registran casos fatales de niños que llegan tarde para un diagnóstico.
La desesperación por encontrar una cura a las enfermedades como el cáncer, diabetes y el sida, muchas veces empuja a las personas a buscar tratamiento con médicos naturalistas que prometen milagros.
Los ofrecimientos de devolver una vida sana a los enfermos pululan en el país en distinas plataformas. En el interior, la oferta se acentúa teniendo en cuenta el poco acceso a los servicios de salud. En capital y alrededores, la demanda se centra en internet.
Las personas acuden a solicitar estos servicios porque la medicina naturalista está muy arraigada en la cultura paraguaya y muchas veces llegan tarde para un tratamiento convencional, alude el doctor Robert Núñez, pediatra con 16 años de experiencia y director del Hospital de Lambaré.
Los casos más frecuentes son de niños que son llevados por sus padres hasta el curandero que le diagnostica el py’a ruru o el kambyrujere, que finalmente tienen un diagnóstico de pulmonía y gastroenteritis, señaló.
“Siempre me tocó atender casos de niños que llegan tarde con neumonía”, lamentó el profesional que insta a utilizar el servicio de salud pública.
CONTROL. La práctica de los sanadores o médicos ñana es muy frecuente en el país, sin embargo, el Ministerio de Salud no la controla, solo interviene en casos de denuncias. La Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria, del MSP, se encarga básicamente de verificar el producto o herboristería que se comercializa en forma empaquetada.
“Mientras ellos funcionan en lugares públicos, si podemos acceder hacemos el control y se toman las medidas. Nadie puede vender ni ofrecer ningún medicamento que no tenga registro sanitario. Los que vendan sicoterápicos tienen que estar registrados”, explicó María Auxiliadora Vargas, titular de Vigilancia Sanitaria.
El establecimiento de venta debe estar habilitado y registrado cuando se trata de yuyos empaquetados y en saquitos. En el caso de las yerbas medicinales frescas la comercialización es libre.
En el Código Sanitario solo se regula la profesión de homeópatas, los naturalistas no son considerados profesionales, por lo que no hay control.UH
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Indiscriminada oferta de milagrosas curas a enfermedades en las redes
