Egresan ingenieros aeronáuticos formados íntegramente en la UNA

“La expectativa que tuve cuando ingresé era alta, ya que es un campo muy apasionante para los que vivimos el día a día con esto”, sostuvo Raúl da Rosa, uno de los primeros ingenieros aeronáuticos formados exclusivamente en territorio paraguayo, en las aulas de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción.

A su vez, Aníbal Mendoza –compañero de tesis– aseguró que siempre le pareció interesante el mundo de la aviación, por lo que primero quiso ser piloto. No obstante, optó por la carrera de ingeniería aeronáutica tras ser habilitada. “Mi expectativa era justamente estar en un taller de mantenimiento y formar parte de ese equipo. Por suerte eso se cumplió, al formar parte de ANTA”, sostuvo.

Ambos jóvenes son los dos primeros ingenieros aeronáuticos formados en las aulas de la UNA. Ellos defendieron su tesis recientemente y son los primeros de entre ocho estudiantes que concluyeron la carrera, la primera promoción de Ingenieros Aeronáuticos del país.

En el 2013, solo 21 estudiantes lograron ingresar, de los cuales el 70% desertó por las exigencias de la carrera, según explicó el ingeniero Félix Kanazawa, director de la carrera de Ingeniería Aeronáutica. “Es una gran satisfacción personal”, aseveró el orgulloso profesor que se encargó de la formación de los jóvenes.

“Son los primeros profesionales formados en el país, en la Facultad Politécnica de la UNA. El proyecto de fin de carrera se basó en el ‘Análisis Aerodinámico de la Aeronave No Tripulada Taguato I’”, explicó el profesor.

Taguato es un prototipo con el cual se adquirió el conocimiento de cómo desarrollar, dimensionar y asesorar el uso de este tipo de tecnologías. Fue desarrollado conjuntamente entre la Facultad Politécnica –dentro del Grupo de Investigación en Electrónica y Mecatrónica– la Fuerza Aérea Paraguaya, con financiación del Conacyt y se inició en el 2013.

Los chicos se sumaron al proyecto en el 2016 y, tras analizar la aerodinámica, sugirieron algunos cambios y lograron que el aparato vuele. “Más bien fue una optimización. Analizamos el “estado actual” de su aerodinámica en su momento y sus falencias. Vimos por qué no podía levantar vuelo y presentamos algunas propuestas”, explicó Aníbal.

Raúl explicó que para el 2016, Taguato I tenía los sistemas y estructuras que definían la aeronave, pero no había un estudio previo de aerodinámica aplicada al modelo. “Con la tesis que hemos presentado, hemos propuesto medidas alternativas que podrían ser aplicadas para mejorar su desempeño al punto de llegar a cumplir las especificaciones de diseño originalmente planteadas”, sostuvo. LN