Cómo proteger nuestros datos en internet

Con simples fotos compartidas en un perfil en línea, estamos abriendo una puerta de acceso a nuestra intimidad. Direcciones, imágenes y patrones de conducta son robados a diario para utilizarlos en extorsiones. Sin embargo, existen algunos recursos que pueden ser útiles para evitar ser víctimas de este y otros ciberdelitos.

POR ANA JAZMÍN LEZCANO, ABC COLOR

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Aunque es muy difícil controlar hasta donde llegan nuestros datos, los expertos brindan algunos consejos que pueden ser útiles.

La Dirección Antiextorsión de la Policía Nacional considera que existen aproximadamente nueve casos de extorsión virtual por día en nuestro país. La mayoría de los casos son originados a través del robo de identidad, robo de datos o de imágenes íntimas de las víctimas.

¿Qué puedo compartir? ¿Qué tan expuesto estoy a los ciberdelitos? Esas son algunas de las dudas que surgen a partir de la difusión de casos icónicos relacionados a la extorsión en línea.

Para entrar a debatir sobre los peligros que habitan en las plataformas virtuales, primeramente cabe puntualizar que las “mal llamadas redes sociales” en realidad son portales en internet con servicios de redes sociales, explica Miguel Ángel Gaspard, presidente de la Fundación Paraguay Ciberseguro. “Cuando estamos contratando un servicio, también hay pedidos de la contraparte, que son recolectar nuestros datos. A partir de ahí tenemos entender que deben proteger todo lo que consumimos en ese servicio”, añade.

Esta aclaración es importante para entender que cuando creamos una cuenta en cualquier plataforma, estamos firmando un contrato que implica varias cláusulas de suma relevancia, aunque la mayoría de las personas no se tome el tiempo de leerlas antes de darle clic en “Aceptar”.

“Es un servicio y una herramienta, por lo cual la persona debe estar entrenada para poder utilizarla”, añade sobre la importancia de comprender todo lo que implica acceder a algo tan habitual como Facebook o Instagram, por ejemplo.

“Usted está todo el tiempo intercambiando datos personales por el hecho de usufructuar el servicio. Entonces, mientras está dando ‘me gusta’, leyendo una noticia, posteando, está usando esos servicios pero a cambio de eso, está dando sus datos personales como las geolocalizaciones, las cosas que le gustaron, la forma en que interactúo ante tal o cual estímulo, las cosas que compartió. Son datos que la plataforma recolecta y estudia con algoritmos para poder trazar un patrón de conducta y comportamiento de las personas”, explica en otro momento.

El experto en seguridad cibernética destaca que esos datos son vendidos a Google y a las empresas que deseen hacer publicidades, al igual que todas nuestras búsquedas están conectadas y, luego de googlear algo, rápidamente podrán aparecernos anuncios para adquirir productos de lo que estábamos buscando. Incluso afirma que no es necesario realizar una búsqueda, ya que los algoritmos detectan palabras claves dentro de los correos electrónicos o chats.

Al aceptar el contrato para abrir una cuenta, dentro de las cláusulas se prevé que hay ciertas palabras clave dentro de la lectura que puede hacer Google de un correo o mensajes de un chat, que se van a destacar en un proceso de estimulación a la compra, o sea de publicidad. “Eso quiere decir que si usted recibe un correo, en donde le hablan de sillas, cuando cierre el correo y vaya a Google, va a encontrar publicidades de sillas”, detalla.

Al acceder a una red social y crear un perfil público, facilitamos nuestros datos a miles de personas de todo mundo.

¿Qué es público y qué no?

Cabe destacar que las imágenes propias que publiquemos en las redes sociales no pueden ser utilizadas por terceros, pero sí por las plataformas, siempre y cuando los perfiles estén con la configuración de privacidad de compartir “Solo con amigos”.

“Un mito es que las fotos que subís a tus redes ya no te pertenecen, las fotos que vos subas de manera privada son tuyas, siempre. Pero lo que vos pongas en público está a disposición de los que te brindan el servicio para hacer campañas publicitarias, mediciones y todo lo demás. Es de dominio público porque vos así lo decidiste”, argumenta Gaspar.

En ese sentido, es importante que las personas consideren establecer filtros de seguridad para todo lo que se comparte en las redes; tener el perfil siempre privado y crear grupos de allegados con los cuales compartir contenidos más íntimos. “La gente no se toma el trabajo de considerar los filtros de seguridad (…) Dejan los perfiles abiertos o aceptan cualquier identidad sin controlar a quién le está solicitando contacto”, añade el experto.

Consejos para proteger nuestros datos

Gaspar resalta que por más que los teléfonos sean flasheados, los datos pueden ser recuperados con un software al cual puede acceder cualquier experto en la materia. Por ese motivo, exhortó a las personas a no vender o regalar sus móviles antiguos, sino a guardarlos o destruirlos. “Esos son los peligros a los que estamos expuestos y que la gente no comprende. Cualquiera puede recuperar tus fotos y extorsionarte con ellas. Todo es recuperable”, puntualiza.

Por otra parte, brinda una serie de recomendaciones básicas para proteger nuestros datos en línea:

Filtrar las publicaciones:

Primeramente, siempre se recomienda no aceptar a desconocidos en las redes sociales personales. Sin embargo, también se pueden formar grupos con los cuales compartir ciertos contenidos, por ejemplo “Trabajo”, “Amigos” y “Familia. Estos filtros se pueden modificar cada vez que se va a publicar un nuevo contenido.

Esta opción puede ser muy útil a la hora de compartir contenido con un público en específico.

Utilizar el 2SA:

Por sus siglas en inglés, significa el segundo factor de autenticación, mediante la cual el ingreso a una determinada cuenta requiere necesariamente una contraseña y un código que es enviado vía mensaje de texto al celular del propietario. Esta función puede ser activada en casi todas las redes sociales.

En Facebook, esta opción puede ser encontrada ingresando a “Configuración” y “Seguridad e inicio de sesión”.

Accesos biométricos: Este método de seguridad es altamente recomendado y los expertos recomiendan activarlo siempre que los celulares tengan la función de configurar el bloqueo a través de las huellas dactilares.

Encriptar celulares y tarjetas de memoria: Encriptar o cifrar los teléfonos significa básicamente mezclar los datos con una contraseña o clave, para que queden irreconocibles. En caso de que caigan en manos de otra persona, los datos no serán entendibles y la única forma de acceder a ellos es con la clave, que fue fijada por el propietario del dispositivo o tarjeta de memoria.

En los dispositivos Android, suele aparecer el término “cifrado”, mientras que en los celulares iOS se utiliza “encriptar”.

Menores de edad, más expuestos al peligro

Volviendo a la utilización del término redes sociales, recordemos que se entienden como servicios. En ese mismo sentido, Gaspar explica que los servicios legalmente deben ser contratados y solo quienes son mayores de edad pueden hacerlo. “Para acceder a cualquiera de esas páginas, tenés que leer un contrato y aceptarlo (…) El contrato de Facebook, por ejemplo dice que los usuarios deberán tener 14 años o la edad reglamentaria en el país donde estén usando estos servicios. En Paraguay es 18 años”, resalta.

Asimismo, la Ley 1680, del Código de la Niñez y Adolescencia, en su artículo 32, prohíbe el suministro de “internet libre o no filtrado” a los menores de edad. Es decir que quienes le faciliten el acceso al mismo, sean padres o docentes, deben actuar de contralores y verificar que no se estén exponiendo de ninguna manera.

Sin embargo, Gaspar afirma que es una “ley muerta” porque no existe ningún organismo de control ni exigencia del Estado a las telefónicas, padres o colegios para que tomen los recaudos necesarios antes de brindar el servicio de internet a los niños.

Paraguay Ciberseguro realizó una encuesta entre 450 chicos de colegios privados, de entre 9 y 11 años y pese a que un porcentaje muy bajo de ellos tenía WhatsApp, todos poseían una cuenta de Instagram. El presidente dicha organización destacó lo preocupante de esto porque cualquier pedófilo que posea conocimientos sobre algoritmos de búsqueda, podrá acceder a los perfiles de los menores de edad detectando fotografías.

Incluso recuerda que ahora YouTube está teniendo problemas en este sentido, “porque se comprobó que su algoritmo favorece a los pedófilos”. Según explica, los delincuentes “pueden usar herramientas básicas para detectar cuentas de menores de edad y atacarlos”.

En internet, los chicos no solo pueden acceder a información que no es acorde a su edad, sino que también están expuestos a ser víctimas de grooming, cyberbullying y sextorsión.

Cabe recordar que el grooming es cuando un adulto se hace pasar por un menor para contactar a un niño o adolescente a través de internet y suele derivar en casos de abuso. Asimismo, el cyberbullying consiste en la utilización de la tecnología para un continuo hostigamiento o acoso, a través de redes sociales.

Mientras que la sextorsión es una forma de chantaje en la cual los extorsionadores obtienen imágenes de contenido erótico de las víctimas y las amenazan con publicarlas.

Los menores se exponen a extorsiones y hasta abusos.

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Mediación y control parental

Es por ese peligro al que se exponen los niños que los padres tienen que tener conocimientos básicos sobre mediación y control parental. El primero, es el momento en el cual los padres o docentes, que estén previamente entrenados en tecnologías, se toman el tiempo de hablar con los niños para explicarles los peligros que acompañan el uso e introducción al mundo digital. “Es instruir, acompañar y contener para que aprendan a ingresar a la vida digital”, detalla.

Luego de ese primer paso, se inicia la fase del control parental, en la cual los padres se valen de herramientas, aplicaciones o software para tener el control de las páginas o aplicaciones a las cuales acceden sus hijos. Hay varias apps que son gratuitas y cumplen esta función, las más sencillas son Google Families, Apple parental controls y Qustodio.

Estas aplicaciones permiten que los adultos se conecten a los dispositivos de sus hijos y puedan establecer, por ejemplo, listas blancas y negras. Es decir, configurar qué páginas pueden usar los menores y cuáles son peligrosas para ellos. Si los chicos intentan acceder a las prohibidas, los padres recibirán una notificación en su celular.

El padre deberá autorizar cada instalación nueva e incluso puede controlar los horarios de uso de internet, para así poder definir los momentos de ocio y estudio, por ejemplo.

Quienes deseen tener más consejos sobre control parental pueden acceder a un canal de Telegram que fue creado por Paraguay Ciberseguro, denominado “Ciberpadres Paraguay” (@Ciberpadrespy). En dicha cuenta, los padres tendrán acceso a todo tipo de recomendaciones y recursos sobre cómo proteger a sus hijos en línea y también pueden formar parte de una encuesta para poder medir la incidencia de la violencia en internet para niños y adolescentes.

Gaspar destacó que escogieron Telegram teniendo en cuenta el nivel de seguridad de dicha plataforma y que dentro de la misma se pueden desarrollar muchas actividades, subir videos, tutoriales y compartir todo tipo de informaciones. Quienes aún no tengan una cuenta, solo deben descargar la app e instalarla como cualquier otra red social. Sus funciones son similares a WhatsApp.

Ley de protección de datos personales

Por otra parte, cabe destacar que en el país no contamos con ninguna ley de protección de datos integral. “Hoy no sabemos por cuánto tiempo ni donde terminan tus datos”, expone preocupado. Actualmente hay varios proyectos que fueron presentados en el Poder Legislativo pero según Gaspar, ninguno es completo ni prevé todas las aristas necesarias.

Solo hay varios proyectos particulares e independientes, como el de Informconf. Según el experto, se debería crear ya una sola ley que contemple la protección de todos los datos de los ciudadanos, en todas las plataformas. Incluso mencionó las que parecen inofensivas, como las plataformas de delivery, farmacias o supermercados, ya que en todas ellas se pueden acceder a nuestros datos.

Esta ley debería prever la creación de una agencia de protección de datos, que se encargue de darle al ciudadano algunos derechos básicos, como el derecho al olvido, por ejemplo. Mediante el cual se puede solicitar la eliminación o bloqueo de cierta información que consideremos obsoletas o no relevantes y afecte a la imagen o intimidad.

“Es darle a los ciudadanos la posibilidad de solicitar el borrado de sus datos personales de las bases de datos de terceros o de la web”, explica.

Finalmente, el titular de Paraguay Ciberseguro exhorta a las autoridades a plantear con urgencia un debate amplio y participativo para la creación de esta nueva normativa, para así poder disminuir los casos de ciberdelitos como el robo de identidad, la extorsión y grooming.