Empresas públicas en crítico estado financiero y no se avizoran cambios

Varias empresas públicas presentan un estado financiero deficitario, según los últimos balances financieros. Por su parte, el Gobierno dice que elabora una estrategia para salvar la situación.

Las últimas auditorías de las empresas públicas, difundidas por el Ministerio de Economía y Finanzas recientemente, exponen el estado financiero con que estas cerraron el 2022. Varias de las empresas trabajan a pérdida o con bajos ingresos, mientras que también se mencionan importantes deudas internacionales.

A seis meses de ingresar el nuevo gobierno, no dio a conocer aún un plan para salvar la situación deficitaria, pero aseguran que se encuentran trabajando en ella.

La Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco) lidera la lista con mayor pérdida. Su resultado operativo del 2022 señala que tuvo un déficit de G. 118.667 millones. Su pérdida bruta solo en ventas fue de G. 94.274 millones.

Según la auditoría, hasta ese entonces Copaco ya acumulaba obligaciones laborales y cargas sociales por valor G. 80.173 millones, de ellos G. 16.121 millones son salarios pendientes de pago, G. 17.105 millones en gratificaciones por jubilación y G. 12.047 millones también gratificaciones por jubilación pendientes de pago. La Compañía también tiene que pagar litigios judiciales de G. 18.616 millones.

Por otra parte, la empresa pública más grande, la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), aparece con un patrimonio neto de G. 15,9 billones, según consta en los documentos. Su pasivo corriente alcanza G. 5,2 billones, mientras que los compromisos a largo plazo son de G. 8,3 billones, la mayoría son deudas con organismos multilaterales, seguido de bancos internacionales.

La auditoría realizada señala que la ANDE registró pérdidas de G. 251.115 millones por la explotación de energía, esto se encuentra explicado en que los gastos por la venta de energía totalizan G. 5,8 billones, mientras que los ingresos por la explotación llegan a G. 5,6 billones.

No obstante, el resultado neto en el ejercicio fiscal 2022 fue en positivo por G. 845.012 millones debido a los ingresos ajenos a la explotación de energía, como las utilidades y resarcimientos que recibe de parte de la Itaipú Binacional y la Entidad Binacional de Yacyretá, entre otros ingresos.

Cabe resaltar que la ANDE es la empresa del Estado que mayor impuesto a la renta tributa con G. 107.765 millones de aporte al Fisco.

Con resultados negativos también aparece Petróleos Paraguayos (Petropar) con un déficit de G. 100.193 millones. Su pasivo es de G. 2,8 billones, donde se incluye la deuda con PDVSA que se encuentra en arbitraje internacional.

En sus ingresos operativos constan G. 4,7 billones, mientras que los costos operativos alcanzaron los G. 4,2 billones, con lo que las ganancias por ventas, más otros ingresos totalizan G. 809.297 millones.

En el caso de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay, (Essap SA), cuenta con un total de activos G. 1,4 billones y un total de pasivos de G. 732.864 millones. Se resalta que los ingresos por venta de servicios es de G. 498.726 millones, mientras que los costos operativos llegan G. 271.727 millones, con lo cual las ganancias por ventas llegaron a G. 224.391 millones. Descontando los gastos operativos de G. 117. 724 millones, y financieros de G. 51.599 millones, entre otros gastos, resultaron en una ganancia neta de G. 8.926 millones.

Pese a sus bajos ingresos, la empresa sanitaria gasta anualmente G. 117.724 millones en remuneraciones del personal, más sueldos y jornales G. 93.196 millones, además de remuneración a personal superior G. 936 millones.

INCERTIDUMBRE. Finalmente, la Industria Nacional del Cemento (INC) presentó un resultado operativo en déficit de G. 33.615 millones, en dicho ejercicio fiscal. Lo preocupante de la INC es que lleva un resultado acumulado en pérdida de G. 1 billón.

Su activo es de G. 1,3 billones y un pasivo de G. 1,2 billones, mientras que su patrimonio neto es de G. 202.157 millones.

En la auditoría señalan que la entidad ha incurrido en pérdidas acumuladas, ocasionando una reduciendo del patrimonio que, junto con otros factores, muestran la existencia de una incertidumbre sobre la capacidad de la compañía para hacer frente a sus operaciones fabriles, comerciales y financieras.

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Peña asegura que consejo trabaja en una estrategia

El presidente de la República, Santiago Peña, habló sobre la situación de las empresas públicas, en una entrevista con Última Hora, en la que aseguró que se está trabajando en el diagnóstico y plan para recuperar a las empresas.

“Estamos tomando muy en serio la situación de todas las empresas públicas, muchas de las cuales lamentablemente encontramos en el 2023 en un estado visiblemente peor que la que tenían hacia fines del 2017, cuando en mi carácter de ministro de Hacienda era presidente del Consejo de Empresas Públicas. Este consejo actualmente se encuentra delineando fuertes estrategias para recuperar nuestras empresas públicas, y en el caso de Petropar, por poner un ejemplo, la mejoría es indiscutible. El camino difícil es arduo, pero lo estamos transitando”, indicó.

En cuanto a Copaco, señaló que se otorgaron roles y atribuciones al nuevo titular de la compañía, Óscar Stark, de interventor, con la instrucción de que prepare un diagnóstico sobre la situación de la empresa.

“Ninguna alternativa que permita fortalecer a esta empresa y darle nueva vida está fuera de la mesa, empresa pública que considero clave para el fomento de la conectividad del Paraguay”, afirmó.

Deuda histórica de la ANDE sigue creciendo

La deuda que la Administración Nacional de Electricidad (ANDE ) con el Banco de la Nación, al cierre del ejercicio 2022, presenta una diferencia de saldos contables no conciliados de G. 1,1 billones, equivalentes a USD 162 millones. Esta deuda creció G. 41.000 millones respecto al 2021.

Esta diferencia de saldos deriva del hecho de que en el contrato a préstamo que este banco concedió a la ANDE en 1978, para la capitalización de la Entidad Binacional de Yacyretá (EBY) por USD 10 millones, se estableció que la amortización se realizaría exclusivamente con el producto de los rendimientos distribuidos por la EBY, lo cual no ha sido efectivizado hasta la fecha.

Las diferencias se deberían a que por Nota Reversal de enero del 1992, la EBY modificó diversas condiciones del Tratado difiriendo los pagos del monto resultante de la compensación por cesión de energía, compensación al territorio inundado y resarcimiento de capital utilizado.

Por otro lado, también se registra un crecimiento en la diferencia neta no conciliada de G. 3,5 billones entre saldos contables de la ANDE y saldos confirmados por la EBY en concepto de utilidades, energía eléctrica y crédito por suministro de energía. UH