Desde el lunes Froilán será custodio del pequeño a quien rescató del raudal

“Siempre me enseñaron que cuando uno hace las cosas de corazón Dios te recompensa, pero jamás imaginé que un acto desinteresado me cambiaría la vida” dijo a Crónica Froilán Benega, el héroe que arriesgó su vida para salvar a un niño de la furia de un inmenso raudal. El hombre emocionado contó a este medio que ya consiguió un nuevo trabajo y con un buen salario. “Esta tarde fui a visitar al nene a quien ayudé a salir del raudal, no pude hablar con él porque al verme él se puso a llorar. Cuando conocí a toda su familia y ví lo que había hecho, sin dudar, sentí mucho orgullo de mí persona” contó. Dijo que desde el lunes empieza a trabajar como custodio del niño de 13 años a quien salvó. “Le tengo un aprecio demasiado grande, le siento como mi hijo y de verdad estoy muy feliz de poder cuidar de él”, dijo. Froilán contó que es oriundo de San Pedro del Ycuamandyyu y que aún no pudo hablar con su madre sobre lo que pasó. “Yo no quería que nadie se enterara de lo que hice, le pedí a mis compañeros que no dijeran nada. Tenía miedo de ser despedido de mi trabajo, pero cuando salí para tomar mi guardia ya encontré a un grupo de personas que estaban allí para felicitarme. Me mostraron las imágenes y me dijeron que ya se hizo viral, allí dije koape añemoseta”, expresó. Lo que jamás imaginó fue que el niño a quien rescató era el hijo de un senador. “La verdad me entró en la cabeza que podía ser arrastrado por el agua, pero ese pensamiento no me hizo desistir y pude salvar al niño, solo pensé en mis hijos”, he’i. “Ahora todavía no puedo dimensionar toda la repercusión que tuvo lo que hice. Muchas personas se comunicaron conmigo y ya me regalaron varias cosas, pero me pidieron que todo quede en el anonimato. De corazón agradezco a todos por cambiar la vida de mi familia”, mencionó. Froilán comentó que le destrozó el corazón cuando fue a rescatar al peque y este le pedía que se quede que no se arriesgue y que lo deje morir a él solo. Sentía que en cualquier momento podría soltar el árbol al cual estaba sujetado y que moriría. El hecho ocurrió en la tarde del martes en medio de un inmenso temporal que azotó el departamento Central, en donde en cuestión de minutos todo se inundó tras la caída de aproximadamente 70 milímetros de agua en un lapso de 30 minutos,

Fuente; Crónica