Una hipertensión arterial sin control ni detección deriva en una enfermedad renal crónica

Una hipertensión arterial sin control ni detección deriva en una enfermedad renal crónica

Los pacientes con problemas renales pueden requerir diálisis. Foto: Gentileza
Los pacientes con problemas renales pueden requerir diálisis. Foto: Gentileza

La presión alta puede desarrollar enfermedades en órganos vitales como el corazón, el cerebro y los riñones y desencadenar en infartos y derrames por lo que un control a tiempo con un diagnóstico y tratamiento correctos puede evitar males mayores.

La hipertensión arterial (HA) es el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, especialmente enfermedad coronaria y enfermedad cerebrovascular pero también para renal crónica, la insuficiencia cardiaca y la demencia.

La OMS afirma que la hipertensión arterial afecta a más del 30 por ciento de la población mundial adulta y debido a la pandemia, la conmemoración del 17 de mayo fue reprogramada para el 17 de octubre.

El Doctor Marcos Martínez, nefrólogo del Hospital de Clínicas explicó que esta enfermedad es el principal factor para enfermedades que derivan en infarto agudo del miocardio y el accidente cerebrovascular o derrame.

“También representa un agente de riesgo muy importante para el desarrollo de la enfermedad renal crónica, así como la insuficiencia cardiaca, la demencia y otras patologías que afectan a gran parte de la población en general”, afirmó el profesional.

Destacó que afecta a todos los grupos de edad, hombres y mujeres y que se puede desarrollar desde la infancia pero escencialmente afecta a la población adulta.

“Sobre esta enfermedad, lo importante es realizar el diagnóstico en la etapa inicial para iniciar un tratamiento y controlar la presión arterial. Porque vemos que en primer término existe un porcentaje muy elevado de la población en general que no se conoce hipertenso; luego se tiene otro grupo de pacientes que se conoce hipertenso, pero no se trata. Por último, está el conjunto de pacientes que se conoce hipertenso, se trata, pero no llega a los valores establecidos como objetivos para tener un buen control de la presión arterial”, agregó Martínez.

Indicó que existe una estrecha relación entre la hipertensión arterial y la enfermedad renal y esta última es la segunda patología más frecuente por detrás de la diabetes como causa de enfermedad renal crónica terminal y diálisis en el país y el mundo.

La primera medida para evitar llegar a este estado es reducir el consumo diario de sal.

“La sal es un agregado que se relaciona muy estrechamente con el mal manejo de la HA; siempre se sugiere una dieta saludable, no fumar, evitar la ingesta de alcohol, mantener un peso sano y la realización de actividad física diaria, factores importantes para mantener control de la presión alta”, recomendó.

Explicó que muchas veces la medicación y los hábitos nutricionales no son suficientes para lograr el control de la presión, entonces se debe llevar a cabo ejercicios físicos de manera diaria.

Por último, el nefrólogo destacó la importancia de acudir a los controles médicos para poder llegar a un diagnóstico temprano y conversar con el médico tratante sobre los valores de la presión arterial.

“El paciente debe conocer sus niveles de presión arterial y saber si se encuentra dentro del rango normal o si es elevada”, puntualizó. Hoy