SANTA ROSA.Falleció tras un accidente y familiares donan sus órganos

Una mujer que sufrió un accidente de tránsito en Santa Rosa del Aguaray, San Pedro, falleció esta tarde, en el Hospital de Trauma. Tras su deceso, sus familiares decidieron donar todos sus órganos. El Oficial Inspector Milciades Velázquez, Capellán de la zona, manifestó que ella ayudó a fundar el Cuerpo de Bomberos de su comunidad.

María Emilia Báez González (37), se accidentó a bordo de una bicicleta el pasado lunes, donde sufrió un traumatismo de cráneo. El hecho ocurrió sobre la Ruta N° 11 Juana María de Lara, de Santa Rosa del Aguaray, desde allí fue derivada al Hospital General de la ciudad. Debido a su gravedad, fue trasladada a Emergencias Médicas de Asunción.

En entrevista con La Nación, Milciades Velázquez, sostuvo que María Emilia en vida fue propulsora de amor al prójimo, que se caracterizaba por sus buenas acciones, ayudando constantemente en su comunidad, tanto que fue una de las fundadoras del Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Santa Rosa. Además, se destacó por su labor de asistencia social en su localidad.

“Era una mujer muy solidaria, se destacaba por su generosidad, siempre predispuesta a todo”, así la recordó el sacerdote de la comunidad.

Manifestó que en reiteradas ocasiones, María Emilia le había indicado a sus familiares que el día que le suceda algo, ellos donarán su órganos para dar vida a otras personas. La joven fue abogada y se desempeñaba como funcionaria del Hospital General de Santa Rosa del Aguaray. Deja 3 hijos; una mujer de 23 años, dos varones, de 4 y 1 año, 3 meses.

Sus compañeros de trabajo del Hospital General la recuerdan con mucho cariño, sobre todo por ser una persona con un gran corazón.

Velázquez comentó que la joven siempre salía por las tardes a hacer a sus actividades físicas. Ese lunes iba en su bicicleta cuando fue embestida por un motociclista. Tras el impacto, cayó al pavimento golpeando fuertemente la cabeza, lo que derivó en traumatismo de cráneo. El caso está en siendo investigado por el agente fiscal Néstor Narváez, de la Unidad Nº 2 de Santa Rosa del Aguaray. LA NACION