Retrocede el índice de clima de negocios

La medición del Business Tendency Survey (BTS), correspondiente al periodo noviembre 2018-febrero 2019 y llevada a cabo por el Club Económico de PricewaterhouseCoopers-PwC Paraguay, expone que la percepción del clima de negocios del país vino retrocediendo ininterrumpidamente desde el año pasado, hasta llegar a niveles similares al del 2016 (ver infografía).

Esta medición halló que el índice de Clima de Negocios se ubicó en 52 puntos, en el último periodo analizado, y se posicionó en un nivel considerado de optimismo discreto. Las expectativas se muestran más optimistas y alcanzaron un índice de 64 puntos, aunque también se han reducido desde los 73 y 67 puntos que exhibieron en los cuatrimestres anteriores.

“Es destacable que por varios años la percepción en cuanto al clima de negocios en el país por parte de los empresarios y/o ejecutivos es favorable. El clima de negocios, en lo que se refiere a la percepción de la situación actual y perspectivas por parte de los empresarios y/o ejecutivos, viene presentando por varios años resultados positivos”, señala el reporte.

En cuanto a los factores que afectan adversamente el clima de negocios, los encuestados mencionaron en un 24% a la falta de cumplimiento de las leyes, seguido de la burocracia excesiva (22%) y la inestabilidad política (20%). La inseguridad y la inadecuada legislación también son consideradas como limitantes, con una incidencia de 18% y 16%, respectivamente.

“Entre otros factores mencionados adicionalmente por los empresarios y/o ejecutivos entrevistados se encuentran la corrupción, así también la competencia desleal y el contrabando”, agrega el informe.

Detalles de la encuesta. La trigésimo octava medición de la BTS se concretó mediante la participación de 204 empresas. De ellas, 10 pertenecen al sector agropecuario; 74, al comercial; 21, a la construcción; 39, al sector industrial y 60, al sector servicios. Se tomó el peso promedio relativo de los últimos cinco años de cada sector en el producto interno bruto (PIB) para evitar sesgos en los índices a consecuencia del tamaño de las muestras de cada sector.

El país atraviesa por un momento de desaceleración en su ritmo de crecimiento económico, especialmente por los efectos de la última sequía en la producción de soja y la generación de energía eléctrica, así como por las menores exportaciones de carne y la reducción del consumo.