Paraguay y Brasil buscan profundizar su cooperación contra el narcotráfico

Los Gobiernos de Paraguay y Brasil buscan “profundizar” su cooperación en la lucha contra el crimen organizado en las fronteras, según coincidieron hoy el titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) paraguaya, Arnaldo Giuzzio y el ministro brasileño de Justicia y Seguridad, Sergio Moro.

Moro y Giuzzio participaron de una cumbre de seguridad transfronteriza y narcotráfico celebrada en la ciudad paraguaya de Pedro Juan Caballero, en la frontera con Brasil, y a la que estaba invitada la ministra argentina de Seguridad, Patricia Bullrich, quien no pudo asistir debido a la densa niebla que cubría la ciudad.

También estaba prevista la participación del presidente, Mario Abdo Benítez, pero finalmente tampoco acudió.

Moro, quien según fuentes de la Senad llegó por tierra al lugar, resaltó que su presencia en el evento reafirma la “importancia de la cooperación conjunta” entre Brasil y Paraguay en la lucha contra el tráfico de marihuana que, a través de la operación “Nueva Alianza”, ha cosechado “resultados positivos”.

Añadió que la voluntad de su Gobierno, presidido por el ultraderechista Jair Bolsonaro, es la de “profundizar ese trabajo”, porque esa operación demuestra que las autoridades a ambos lados de la frontera “pueden y deben” actuar “de forma integrada” en la lucha contra el crimen organizado trasnacional.

En la misma línea se pronunció Giuzzio, quien explicó que “esa modalidad operativa” conjunta permite “forjar unas sinergias de trabajo para contrarrestar el avance de estructuras criminales” y “optimizar recursos”, además de “fortalecer cada vez más el vínculo entre ambas naciones”.

Giuzzio afirmó que ese trabajo conjunto “expresado” en la operación “Nueva Alianza” contribuye a “avanzar con más fuerza en la erradicación de las plantaciones de marihuana” que abundan en el departamento de Amambay, cuya capital es Pedro Juan Caballero, donde se desarrolló el encuentro.

De hecho, la agenda de la cumbre contemplaba que Abdo Benítez, Moro y Bullrich observasen directamente el desarrollo de un operativo de la Senad en una plantación clandestina de marihuana, que finalmente no se llevó a cabo.

Los operativos contra el cultivo de marihuana, continuó el titular de la Senad, “son los que más daño generan a las finanzas del narcotráfico, ya que importantes cantidades de droga son destruidas antes de ingresar a los puntos de venta”.

Tanto Moro como Giuzzio reafirmaron la necesidad de que Argentina se sume a esa forma de cooperación operativa desarrollado entre Brasil y Paraguay en la lucha contra el narcotráfico, que el país austral buscaba escenificar con su participación en la cumbre.

Ello debido a que especialmente Brasil, pero también Argentina, son los principales destinatarios de la marihuana cultivada en Paraguay, el mayor productor de esa sustancia ilegal en Suramérica.

“Nueva alianza” ha permitido la incautación de 850 kilogramos de marihuana, así como la destrucción de 75 hectáreas de cultivo, según los datos ofrecidos por el Gobierno paraguayo.

En este operativo bilateral se han destruido además un total de 10 campamentos clandestinos de producción, lo que ha causado un perjuicio aproximado de 6,77 millones de dólares a las organizaciones de crimen organizado, de acuerdo a sus cálculos.

Pese al éxito de la colaboración operativa, Giuzzio señaló que esta debe ampliarse y poner el foco en “ofrecer oportunidades” alternativas de desarrollo para los campesinos “cuya economía depende hoy del negocio ilícito”.

Para ello “serán fundamentales”, dijo, la creación de “nuevos mercados” que les permitan vender otros productos, así como la dotación de “asistencia técnica e inversión”.

En declaraciones a los medios locales también este lunes, Giuzzio señaló la posibilidad de ofrecer un “subsidio” a los campesinos que actualmente cultivan la marihuana que cubra la diferencia de ganancia entre lo que obtienen con el cannabis y lo que obtendrían con una plantación de un producto legal. ELDIARIO ES