Los trastornos que genera la imagen perfecta

Los trastornos que genera la imagen perfecta
Tamara Celano
Presión social. Los estándares de belleza muchas veces generan trastornos alimenticios.
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El excesivo valor que la sociedad actual da a la imagen corporal como sinónimo de éxito, es la principal causa de los trastornos alimenticios y dismórficos corporales (de la imagen corporal) del siglo XXI, señala la Lic. Gabriela Vergara, sicóloga clínica, miembro del Centro Pradeh, quien comparte algunas características y síntomas de alerta.
A la ya conocida anorexia –pérdida anormal del apetito y negación a ingerir alimentos– en los últimos años se le sumaron la ortorexia, tanorexia y vigorexia, que van desde deficiencias en la concepción del aspecto físico hasta la anormal ingesta de alimentos.
La aparición de estos trastornos es tan dinámica que inclusive algunas no figuran en el diccionario académico. Sin embargo según declara la Fundéu BBVA son voces que pueden considerarse válidas, ya que por su morfología y sentido son respetuosas con las reglas del español. Además, algunas de ellas, como la ortorexia y vigorexia, ya están recogidas en diccionarios de uso como el Vox y el Seco, Andrés y Ramos.
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CÓMO SURGEN. Los trastornos alimentarios surgen a raíz de la necesidad de encajar en estándares de belleza casi imposibles de mantener, y, en muchos casos, vienen acompañados de una distorsión de la imagen corporal (llamados trastornos dismórficos corporales) y cambios bruscos en los hábitos alimenticios. Casi todos se relacionan con el trastorno obsesivo compulsivo, es decir, conductas y pensamientos intrusivos que no se pueden dejar a un lado por mucho que se intente. “Generalmente las personas detallistas, y perfeccionistas, que maximizan las imperfecciones son más propensas a desarrollarlos”, destaca Gabriela Vergara.
La vigorexia. Más común en los hombres entre 17 y 40 años, la vigorexia es una obsesión por tener constantemente más masa corporal. Estas personas se ven chiquitas y frágiles aunque en realidad no paren de crecer por el ejercicio. Este trastorno muchas veces viene acompañado por el consumo de esteroides y otras sustancias. Quienes la padecen constantemente se obsesionan con sus imperfecciones, y distorsionan la percepción de sí mismos. Uno de los principales síntomas es un programa duro de entrenamiento que se centra en el levantamiento de pesas con el objetivo de agrandar los músculos. Algunas apariciones se le atibuyen a la intimidación y burlas durante el periodo escolar.
La ortorexia. Es una obsesión por consumir alimentos considerados saludables por la persona. Esto puede parecer algo positivo a primera vista, pero sucede que la persona excluye cualquier otra actividad, deja de lado la vida social, por concentrarse en comprar y preparar alimentos saludables. Desarrollan una excesiva preocupación por la imagen corporal y por realizar una dieta perfecta. Las personas con vigorexia son propensas a este trastorno.
blondorexia y tanorexia. Son términos considerados como neologismos. No están clasificados oficialmente como trastornos mentales, pero requieren sicoterapia para solucionarlos. La blondorexia es la obsesión por ser cada vez más rubia, más común en mujeres. La tanorexia es la necesidad de verse constantemente más bronceada, con piel más oscura. Afecta a mujeres desde la adolescencia (15 años inclusive hasta los 35 aproximadamente). Se relaciona también con la producción de opioides y endorfinas con la exposición al sol, es decir, seria una adicción a estos neurotransmisores que producen placer y bienestar.
“En todos los casos es importante consultar con sicoterapeuta y a la vez realizarse exámenes clínicos periódicos en los casos de trastornos relacionados con la alimentación, así como seguir una dieta hecha por un nutricionista para equilibrar el organismo”, concluye la sicóloga.UH
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