Los precios agrícolas cayeron esta semana debido a la valorización del dólar que penaliza a productores y exportadores estadounidenses. “El dólar se encamina hacia sus niveles más altos en muchos meses, y eso en los mercados de trigo, maíz y soja”, explicó Jason Britt, de Central States Commodities.
El billete verde comenzó a valorizarse luego de la inesperada victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses de la semana pasada. El motor del alza es la expectativa de los mercados de un endurecimiento de la política monetaria estadounidense, según publica el portal El Economista de México.
La soja descendió un 0,8% a US$ 356,79 la tonelada, el maíz cayó un 0,9% a US$ 132,77 y el trigo se hundió un 2,2% a US$ 144,77. Los futuros de la soja cerraron con mermas en la plaza de Chicago, debido a que la apreciación del dólar llevó a los inversores a vender sus tenencias en materias primas.
PRESIÓN A LA BAJA
En el mercado de Chicago, todos los futuros ajustaron con bajas: la soja y el trigo, ante stocks mundiales disponibles superiores a lo esperado reportados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y el maíz, producto del incremento en la producción del cereal en ese país.
Además, los inversores aún están valorando el impacto de la elección de Trump, cuyo discurso proteccionista tiene el potencial de perjudicar a la economía mundial. Días atrás el analista económico Christian Borja explicaba que la baja en los precios se podría empezar a sentir desde ahora considerando que las ventas de la oleaginosa se negocian a futuro.
La sorpresiva victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses también presionó a la baja a los precios, pero luego fueron recuperando las pérdidas antes de la publicación del informe del USDA.
Se analiza que el sorpresivo triunfo de Trump en las elecciones actuó como el primer elemento de presión para la oleaginosa. Al respecto, hay varios temas que hacen temer por el futuro de los commodities en general y de la soja en particular, como la simplificación del sistema impositivo americano y el recorte de alícuotas, más el proteccionismo económico que pudiera darse.
Por otra parte, consideraron que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos ‘‘sumó potencia al martillazo’’ al publicar la semana pasada el informe mensual de estimaciones de noviembre donde nuevamente se revisaron al alza las proyecciones de rindes para el maíz y la soja en Norteamérica.
MERCADOS GLOBALES
A nivel global, en tanto, el organismo dejó prácticamente invariable la demanda de poroto al tiempo que incrementó en 3 millones de toneladas la estimación de producción, hasta 336 millones.
La soja bajó, en base a una serie de factores que incluyó un mercado más débil de aceites vegetales, a lo que se sumaron las caídas desde temprano en Dalian (mercado de referencia para los futuros de la oleaginosa en China), y un dólar que no dejó subir a ningún activo, al posicionarse en los mayores precios desde marzo.
Los excelentes datos de comercio exterior, tanto de embarques semanales como de ventas puntuales al exterior, resultaron determinantes para que gran parte del mercado empezara a buscar comprar futuros nuevamente, llevando a borrar casi por completo las pérdidas del arranque.
El trigo retrocedió, llegando a mínimos desde mediados de octubre, en el caso del invernal blando. Las inspecciones de exportación semanal fueron decepcionantes también en el caso del trigo, quedando muy lejos de las estimaciones del mercado, lo que sigue sacando cualquier soporte posible sobre los valores del cereal.
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