Conocen ciclo de la sangre y se preparan para ser “héroes del futuro”

Esta semana, alumnos del Colegio Nacional “Pio Agustín Maidana”, de Capiatá, con el apoyo del Colegio de Policía “Sgto. Aydte. José M. Saravia”, visitaron las instalaciones del Centro Nacional de Servicios de Sangre (CENSSA), oportunidad en la que el equipo de profesionales les ofreció un recorrido guiado.

En la oportunidad, los estudiantes se interiorizaron sobre todo el proceso que se realiza en el ciclo de la sangre, y sobre la importancia de ser donantes voluntarios altruistas repetidos, lo que ayuda a salvar muchas vidas. 

“Para nosotros, lo esencial y lo no negociable es la seguridad de la sangre y la seguridad transfusional. Por ende, cada donante que viene pasa por controles estrictos”, resalta la Dra. Elsi Vargas, directora del CENSSA.

En ese sentido, el equipo del CENSSA mostró paso a paso a los alumnos este trabajo de filtro, que garantiza sangre segura a los trasfundidos. 

Los tres filtros son: 

1. Clasificación de donantes. Se trata de la información que se difunde de forma general, como cuáles son los requisitos y quiénes son las personas que pueden donar. En ese contexto, entra por ejemplo derribar los mitos y tabúes como “si yo dono sangre engordo”, “si tengo tatuajes nunca más puedo donar”. 

  • ¿Quiénes pueden donar sangre?

Personas sanas, mayores de 18 años, con 55 kg. de peso o más y que porten su cédula de identidad.

  • ¿Quiénes no pueden donar sangre?

Personas que estén con fiebre, gripe o con alguna otra enfermedad, embarazadas, niños o quienes se hayan efectuado tatuaje recientemente.

2. Ficha clínica. Se elabora mediante una entrevista previa con el donante, en donde se le realiza preguntas confidenciales sobre su salud, de cómo fue su vida un año atrás y su historial familiar. Se le toma la presión arterial, la temperatura, se realiza dosaje de hemoglobina y se le pesa. Una vez que pasa este filtro y el donante es apto, va a la extracción de sangre.

3. Análisis. La sangre donada es analizada, mediante el tamizaje serológico, para determinar que esté libre de enfermedades transmisibles vía sanguínea. A partir de ahí recién se puede liberar para el uso. 

Cabe recordar que un volumen de sangre extraído del donante se fracciona en tres componentes. Es decir, una persona que dona ayuda a salvar a tres adultos. Cuando se trata de niños, esa sangre puede salvar a cinco niños. 

Finalmente, la directora del CENSSA extendió invitación a todas las instituciones educativas que quieran sumarse a esta visita guiada con capacitación a los alumnos a acercarse hasta el local, situado sobre la avenida Gral. Santos (al costado del Hospital del Trauma), cuyas puertas están abiertas para trabajar con todo el plantel docente y con los estudiantes.