La reducción del precio de la energía de Itaipú no tiene una relación directa con el costo del servicio que paga el usuario final, según la gerencia técnica de la ANDE. Para la renegociación del Anexo C, al Paraguay no le conviene una disminución drástica de la tarifa, ya que se perdería la posibilidad de generar mayores ingresos.
El componente principal de la estructura del costo del servicio de electricidad de Itaipú es la carga financiera. No obstante, también existen otros como capital, royalties, resarcimiento los cuales se suma todo en el año y se divide entre toda la energía que pueda producir la central y a partir de allí sale un costo.
Así lo explicó el gerente técnico de la ANDE, Fabián Cáceres, en entrevista con el programa Tempranísimo por el canal Gen.
Hasta el 2019, la estructura de costos de la ANDE por el pago de energía era del 40 %. Posteriormente esto se redujo al 35 % mediante las inversiones en infraestructura y no por nada relacionada a la Itaipú.
“Escuché a algunos políticos decir que si la tarifa de Itaipú baja al 60 %, vamos a darle ese mismo descuento a la ciudadanía, eso en la práctica no es así”, aclaró Cáceres.
Si se redujera al 62 % la tarifa de Itaipú, eso a lo sumo repercutirá en un 25 % en la ANDE, lo cual a su vez tampoco se puede trasladar enteramente al usuario ya que hay una necesidad de financiación de la entidad estatal.
En otras palabras, la disminución de la tarifa de Itaipú no repercute de manera directa en el precio que paga el ususario final por la energía eléctrica.
En cuanto a la renegociación del Anexo C, la visión es que de concretarse una disminución muy drástica de la tarifa, se reducirán las posibilidades de disponer de mayores ingresos para el Paraguay en ciertos aspectos.
En septiembre se debe reunir el equipo técnico de Itaipú para definir la tarifa del 2022. Si la tarifa baja en la misma proporción en que lo viene haciendo en los últimos años podría quedar en torno al 28 a 15 %.
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