Audiencia Pública, tema: “Itaipú, Hagamos Patria”

Audiencia Pública, tema: “Itaipú, Hagamos Patria” los disertantes son Senadores, Miguel Angel Lopez Perito, Arnoldo Wiens y otros, acompaña las autoridades universitaria de la Unican.

Un 10 de mayo como hoy pero de 1933, el Paraguay se vio obligado a declarar la guerra a Bolivia.
Pese a que los combates ya venían desarrollándose desde Pitiantuta no había una declaración oficial de guerra; situación que favorecía a Bolivia cuya ofensiva que proseguía vigorosamente, se veía facilitada por la utilización del territorio argentino para los aprovisionamientos del Ejército, dirigidos desde Formosa. La falta de una declaración oficial del estado de guerra impedía al Gobierno paraguayo reclamar de la Argentina la adopción de las medidas necesarias para que su territorio no fuera utilizado con fines militares por uno de los beligerantes. A la misma situación anómala se atribuía que Chile no pudiera evitar el paso por territorio de Arica de los armamentos adquiridos por Bolivia en Europa y que llegaban en gran cantidad.
Para regularizar la situación y obligar a los países limítrofes a cumplir los deberes de la neutralidad, el Paraguay declaró oficialmente la guerra.
El propio Mariscal Estigarribia escribe en sus memorias que “el gobierno del Paraguay declaró al país en estado de guerra con Bolivia, a fin de estar en condiciones de pedir, especialmente a los países vecinos, la observancia estricta de las normas de neutralidad. Entiendo que se habrán hecho las presentaciones del caso ante los gobiernos del Brasil y de la Argentina, países por cuyo territorio se abastecía directamente el ejército de Bolivia. Pero, sea ello como fuere, la verdad es que Bolivia, a pesar de la declaración de guerra, siguió abasteciendo su ejército a través del territorio de los países vecinos, desde Formosa, por el sur, y desde Corumbá, por el norte.
De esta manera Bolivia tenía siempre una ventaja positiva sobre el Paraguay. Nosotros hacíamos el transporte de abastecimiento con nuestros propios medios sobre una distancia no menor de 1.000 kilómetros, en tanto que los bolivianos transportaban las provisiones para su ejército principal desde Esteros y desde Linares, sobre el río Pilcomayo, y así cubrían apenas algunas decenas de kilómetros, nada más que la distancia requerida para hacer la distribución a las tropas. Los argentinos les entregaban los víveres en esos dos puntos; los brasileños hacían lo propio en el mismo Puerto Suárez; y todos los militares conocen la importancia de un auxilio semejante. Sabíamos que los propios soldados bolivianos, vestidos de civil, pasaban a territorio argentino para ayudar a los abastecedores a realizar la conducción hacia el Chaco”.
Según Efraim Cardozo, “El 13 de mayo el Gobierno argentino decretó su neutralidad y poco después quedó interceptado el abastecimiento que se venía realizando por el Pilcomayo. Pero Bolivia, de acuerdo con sus pactos contractuales, continuó recibiendo armamentos por el litoral chileno sin dificultad”.

FOTOS: Portadas del “LEWINSTON EVENING JOURNAL” y La Tribuna.

COMPILACIÓN: Gral (SR) Lelín Ferreira Costa