Ansiedad climática, un problema global que afecta a 6 de cada 10 jóvenes en todos los continentes

Investigadores relevaron las opiniones de 10.000 personas en Europa, América y Asia. Por qué la preocupación por el calentamiento global no para de crecer

El calentamiento global no es sólo una amenaza para el planeta y el ecosistema en el que vivimos, cada vez más, la preocupación por el futuro de los recursos mundiales impacta en la salud mental de las nuevas generaciones. No hay planeta B, es una idea que los jóvenes hicieron propia.

En este sentido, una encuesta relevó a más de 10.000 jóvenes de 16 a 25 años en 10 países y detectó que el cambio climático está causando angustia, ira y otras emociones negativas en jóvenes de todo el mundo. Esta eco-ansiedad tiene un impacto negativo en la vida diaria de los encuestados, señalaron los investigadores de la Universidad de California que realizaron el informe.

En parte, esta angustia ambiental es causada en parte por la sensación de que los gobiernos no están haciendo lo suficiente para evitar una catástrofe climática, según la investigación. “Este estudio ofrece argumentos para cualquiera que tenga alguna conexión con la salud mental de los jóvenes: el cambio climático es una dimensión real de sus problemas de salud mental”, dijo Sarah Ray, quien estudia la ansiedad climática en la Universidad Estatal de Humboldt en Arcata, California, quien ya publicó los primeros antecedentes en un libro: A Field Guide to Climate Anxiety (Una guía de campo sobre la ansiedad climática).

Las naciones más afectadas por el impacto del cambio climático en los últimos meses fueron los países con la mayor proporción de jóvenes muy preocupados o extremadamente preocupados por el calentamiento global: Filipinas (84%), India (68%) y Brasil (67%).

Portugal, donde los incendios forestales se están volviendo cada vez más severos, tuvo el nivel más alto de participantes muy preocupados o extremadamente preocupados (65%) de los países de altos ingresos encuestados, que incluyeron Francia, Finlandia, Australia y los Estados Unidos.

“Hay una otredad general de los niños en la sociedad, y sus voces amenazan la narrativa predominante del grupo más poderoso de la sociedad -informó la coautora del estudio Caroline Hickman, investigadora de psicología climática en la Universidad de Bath, Reino Unido-. Hasta ahora, ha habido poca investigación sobre los impactos psicológicos del cambio climático en los niños y adolescentes”. Entre los que dijeron haber hablado con otros sobre el cambio climático (81%), casi la mitad informó haber sido ignorados o desalentados.

En cuanto a la respuesta de las autoridades de gobierno frente a las demandas, el 65% de los encuestados sostiene que los gobiernos están fallando a los jóvenes, el 64% creen que las autoridades gubernamentales que están mintiendo sobre el impacto de las acciones tomadas y el 60% estuvo de acuerdo en que descartaban la angustia de la gente.

Solo el 36% estuvo de acuerdo en que los gobiernos actúan de acuerdo con la ciencia. Sin embargo, los jóvenes se sienten tranquilos cuando los gobiernos actúan.

Los resultados de este informe podrían jugar un papel en las demandas por cambio climático, porque podrían proporcionar evidencia de daño moral bajo las leyes de derechos humanos. “Si la investigación puede ayudar a que los organismos gubernamentales rindan cuentas sería extraordinario. Daría voz a los más vulnerables -señaló. Creo que esta investigación impactará a más audiencias que otros argumentos sobre por qué deberíamos hacer más sobre el clima”.

“Las personas oprimidas y marginadas han desarrollado tradiciones de resiliencia por necesidad”, argumentan los especialistas en sus documento. “Líderes negros, feministas e indígenas han cultivado minuciosamente la resiliencia a lo largo del largo arco de la lucha por la justicia. Saben que proteger la alegría y la esperanza es necesaria la máxima resistencia a la dominación. La perseverancia no es negociable cuando su salud mental, física y reproductiva están en juego”, concluyó Ray.

“Por mucho que intentemos hacer cambios, también veo la inacción del gobierno: la tala de árboles a diario”, señaló Jennifer Uchendu, una activista climática nigeriana, en la conferencia de prensa donde se presentaron los resultados de la encuesta. Recordó haber sentido enojo y dolor por la deforestación respaldada por el gobierno en su país. “Los jóvenes tienen que sufrir la peor parte de estos problemas cuando llegan las crisis o los desastres”. En el estudio, casi dos tercios de los encuestados de Nigeria dijeron que sus sentimientos sobre el cambio climático habían afectado negativamente su vida diaria. INFOBAE