Asunción, Agencia IP.- El presidente de la República, Mario Abdo Benítez junto con la primera dama Silvana Abdo participó de la presentación del retablo de la Iglesia de Altos, restaurada después de 143 años. El templo fue la primera Reducción Franciscana del Paraguay y del Río de la Plata.
Este lunes fue presentado el renovado retablo e imaginería de la Iglesia San Lorenzo Mártir de la ciudad de Altos, departamento de Cordillera, que estuvo encabezado por la pareja presidencial junto con otras altas autoridades.
La restauración estuvo a cargo del equipo de profesionales de la Unidad de Patrimonio Histórico (UPH) del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) con el apoyo de la Secretaria Nacional de Cultura (SNC).
Se trata de la primera fase de intervención e incluye la restauración del retablo franciscano de estilo barroco, predela, primer piso y ático. Las imágenes de San José, San Lorenzo Mártir, San Roque y su perro Melampo, ocupan los tres nichos; y la Virgen de Asunción ocupa el ático. La segunda fase corresponde a la restauración de las hornacinas empotradas en los muros laterales de adobe y el púlpito.
Esta presentación coincide con dos fechas importantes que celebra este martes la ciudad de Altos; el Día de San Lorenzo, patrono de la comunidad, y un nuevo aniversario de la fundación del pueblo, acaecida en el año 1538.
Las actividades en Altos arrancaron ayer con este evento que estuvo a cargo del Obispo de la Diócesis de Caacupé, Monseñor Ricardo Valenzuela. En la fecha, el monseñor Claudio Giménez oficiará la misa principal.
El delicado arte de restaurar
La Iglesia San Lorenzo Mártir de Altos es una joya en la parte más alta de Cordillera. Altos es la primera reducción fundada por Franciscanos a 60 kilómetros de Asunción. Y en ese lugar la Unidad de Patrimonio Histórico del MOPC está trabajando en la restauración y puesta en valor de su retablo, imaginería, hornacinas, púlpito y tornavoz de esta iglesia.
Los trabajos de restauración se iniciaron en noviembre del 2018. Al comienzo, el diagnóstico fue poco alentador: decrepitud total de las piezas por efecto de las termitas. Y los primeros trabajos consistieron en un inventario general del templo, de sus bienes inmuebles, la protección de las piezas, el desmontaje, la codificación de las mismas y el almacenaje.
Luego se procedió al trabajo de intervención, en muchos casos, con lupa y bisturí. Registro fotográfico de cada pieza, retiro de capas antiguas de pintura, centímetro a centímetro.
El resultado de 2 años 6 meses de intenso empieza a dar sus frutos. Un restaurado retablo que estaba condenado al olvido, vuelve a la vida para el aniversario número 483 de Altos, para orgullo de todos los alteños.
