Sacerdote vietnamita espera que Gobierno invierta en Bahía Negra

14 de octubre de 2018 –

Calles. Tras cada lluvia, el terraplén de la zona urbana de la ciudad queda en mal estado.

 El sacerdote de origen vietnamita Huan Van Nguyen estuvo por Puerto Casado, Departamento de Alto Paraguay, participando de una asamblea de misioneros del Vicariato Apostólico del Chaco. Antes se despidió de la comunidad de Bahía Negra donde estuvo de misionero por dos años y siete meses.

Alcides Manena

PUERTO CASADO

El padre Juan, como todos lo conocen, es de la congregación del Verbo Divino. Hace 10 años pisó tierra paraguaya; primeramente estuvo en Obligado, Itapúa, luego se trasladó la Chaco para misionar en Bahía Negra, en el distrito más lejano del Departamento de Alto Paraguay, siendo párroco de la parroquia Santa Teresita de Niño Jesús.

El religioso comentó a ÚH sobre su experiencia en el territorio que le tocó prestar su servicio, y dijo que en Bahía Negra existen muchas necesidades, que hace falta que el Gobierno invierta más en esta parte del Chaco ya que no cuentan con caminos de todo tiempo. En lo que va del año, casi seis meses la población estuvo aislada a consecuencia de la lluvia, que dejó en mal estado las vías de comunicación.

En la localidad de Bahía Negra hace falta también que se mejoren las calles, se tiene un servicio de energía eléctrica con motor generador a base de combustible, ahí no llega todavía el tendido eléctrico de ANDE, cuando hay un enfermo la única alternativa para salvar vida es llevando al paciente a Fuerte Olimpo o Asunción, ya que no se cuenta con infraestructura necesaria en la parte de salud, mencionó el vietnamita.

“Muchas veces la gente nos llama para pedirnos auxilio cuando hay personas enfermas para llevar a un hospital, o para una derivación. En este aspecto hacemos lo posible y lo que está a nuestro alcance para ayudar”, acotó.

Refirió que la gente tiene esperanzas en el nuevo gobierno, y que las autoridades tienen proyectos que faltan ejecutar. “Es necesario una inversión para acabar con las necesidades, ya que es un sitio muy concurrido por personas de distintos lugares, ya que tiene al Pantanal y está en la Triple Frontera, con Brasil y Bolivia”, destacó el padre Juan.

En Bahía Negra casi no existen alternativas laborales para los moradores, están los que trabajan en las estancias, otros viven de la pesca, que en época de veda pesquera tienen que rebuscarse en otra alternativa de sustento como la cacería o la elaboración de postes, utilizando la naturaleza a su alrededor para subsistir.

“El sector juvenil es lo que más requiere de oportunidades cuando concluyen sus estudios secundarios. La única posibilidad que tienen es salir de su pueblo para ir a Asunción a cursar un estudio universitario. Hace falta una oportunidad para los jóvenes”, precisó el cura.

UH