Proyecciones del PIB pueden seguir bajando por atrasos en las obras

Surgen dudas respecto a que se pueda cumplir la estimación de crecimiento de 3,2% anunciado por el BCP para este año, debido a los resultados negativos arrojados en el primer trimestre.

Los deprimidos ánimos que rodean al dinamismo económico del país podrían verse aún más desalentados si no se concretan las obras de infraestructura anunciadas por el Gobierno. Atendiendo al bajón de la actividad económica que se reportó en el arranque del año, surgen dudas respecto a que se pueda cumplir la estimación oficial de crecimiento pronunciada por el Banco Central del Paraguay (BCP).

La lenta ejecución de obras de infraestructura constituye uno de los riesgos a la baja en la proyección de crecimiento del producto interno bruto (PIB) para este año, advirtió recientemente BBVA Research, a través de su informe de Situación Latinoamérica. La entidad ajustó a la baja su estimación de expansión económica de Paraguay para este año, de 4,1% a 3,6%, y para el 2020, de 4,3% a 4,1%.

Estas correcciones fueron argumentadas con la peor producción agrícola, particularmente la caída del rendimiento de la campaña sojera 2018/2019, y de energía, además de sorpresas negativas que se registraron en los indicadores de principio del año. También influye la menor expectativa de crecimiento de los principales socios comerciales: Argentina y Brasil.

“Los riesgos están sesgados a la baja y se relacionan con retrasos en la construcción de infraestructura y a que continúe la moderación de producción agrícola. La inflación se mantendrá cercana al centro del rango objetivo del Banco Central, de 4%”, recalcó BBVA Research.

Escepticismo . Luego de que la actividad económica cerrara el primer trimestre con una retracción de -2,8%, con marzo como el mes en que se experimentó la caída más pronunciada del año (-4,6%), el ex presidente del BCP, Carlos Fernández Valdovinos, sostuvo que la revisión a la baja de las proyecciones del PIB para el 2019 es inevitable.

El economista consideró que aún asumiendo una tasa de crecimiento interanual de 4% para los próximos 9 meses, es decir, con un dinamismo que llegue al tope de su potencial, el crecimiento del PIB en el 2019 solo alcanzaría 2,3%, casi un punto por debajo del 3,2% pronosticado por el BCP.

Recordó que el Indicador Mensual de Actividad Económica del Paraguay (Imaep), medido por la banca matriz, anotó en marzo pasado el cuarto mes consecutivo de resultado negativo y que desde agosto de 2018 arroja una variación promedio de -0,7%, por lo que admitió que hasta el 2,3% de expansión del PIB es poco factible. Entre enero y julio de 2018, reconoció que la actividad económica exhibió un crecimiento interanual (comparativo con el año anterior) promedio de 5,9%.

¿Qué se viene? El economista jefe del BCP, Miguel Mora, explicó por su parte que la corrección de la proyección de crecimiento, de 4% a 3,2%, la efectuaron teniendo en cuenta el escenario más pesimista sobre el desempeño de la producción agrícola, golpeada por la última sequía y recientemente, por las abundantes precipitaciones. El rebote que se observe en la campaña sojera 2019/2020 constituye un sesgo al alza para eventualmente revertir el anterior ajuste del pronóstico del PIB, añadió.

“Si es que hay ese efecto rebote, de niveles de producción que estima el MAG de 9,5 millones de toneladas que pasa a 11 millones de toneladas, vamos a tener un efecto rebote positivo en la estimación para el 2019. Podría mejorar el 3,2% si la producción de soja de la siguiente campaña es mucho mejor de la que tenemos previsto. En binacionales, esperábamos por lo menos un mismo nivel de producción o una tasa levemente positiva”, manifestó.

Opinión
“Las expectativas están muy afectadas”
El presidente del Banco Regional, Raúl Vera Bogado, mencionó a la inversión pública en infraestructura como el elemento con que se puede contrarrestar la actual desaceleración económica, ya que considera que traerá “un dinamismo que todavía no vemos como muy evidente”. Reconoció que las expectativas en el mercado están muy afectadas, por el bajón que se observa en el comercio fronterizo con Brasil y Argentina, y el resultado de la campaña sojera, que marca el desempeño del PIB agrícola. “Eso se nota en las ventas, en la demanda de créditos para inversiones, que no tienen el mismo dinamismo que años anteriores”, destacó. UH