EL NORTEAMERICANO BENEFACTOR CUYAS TIERRAS QUIEREN INVADIR EN YVYRAROVANA

Un señor norteamericano llamado Thomas Owens (77), residente en Canindeyú donde invirtió todo su capital en la producción agrícola, fue un impulsor incondicional de la instrucción de los niños y jóvenes de aquel departamento.

Jamás tuvo dudas cuando de colaborar en construcciones de aulas, escuelas enteras sin contar su ayuda incondicional a instituciones y grupos sociales varios en su zona de influencia.

Ayer visité una escuela donde dejó sus huellas de benefactor incansable.

Don Thomas ya falleció en el 2017. Sus obras siguen siendosostenidas por sus descendientes y leales colaboradores.

En la alborada de la década de 1980, este norteamericano vino desde el Brasil donde había intentado afincarse adquiriendo algunas tierras en Dourados, Matto Grosso do Sul de donde vino a los montes de Canindeyú con su mujer y sus cuatro hijos.

Aquí se puso a trabajar sin desmayo mientras preparaba a legiones de jóvenes para que sean sus colaboradores. Varios de estos, con el tiempo, formaron sus propiadas empresas agrícolas, porque así fue Owens, ayuda a los que se empeñaban en el trabajo.

Tuve la suerte de conocerlo y charlar con él sobre asuntos humanisticas. Le agradaba charlar sobre escritores, filosofía, libros, comunicaciones, sobre todo sobre la instrucción de todos, en especial de niños y jóvenes.

Falleció en San Pablo, Brasil. Sus restos fueron cremados y sus cenizas arrojadas en los montes donde residía con su familia en la jurisdicción del distrito de Nueva Esperanza, tierras que forman también parte del de Yvyrarovaná.

Este infatigabley discreto cooperador de la sociedad canindeyuense, evidentemente incomprendido y, por tanto, ninguneado por las mismas autoridades de Yvyrarovaná, en especial por el intendente de Yvyrarovana, especialmente el intendente Luis Mereles y el comisario de Yhovy, todos apoyados en vida por Owens.

Digo esto por lo que están pasando los descendientes de aquel norteamericano: la amenaza de invadir sus tierras agrícolas por parte de supuestos campesinos sin tierra (varios son comerciantes de Ciudad del Este) en la jurisdicción de Yvyrarovana.

Hablo del intendente de esa localidad que en desconcertante actitud prefiere apoyar a los marginales que a quienes invierten no solo en la producción sino en la instrucción de niños y jóvenes de la misma comunidad de Yvyrarovana.

Desde luego, algunos políticos del departamento y de la capital pareciera actúan sin escrúpulos para trazar componendas como para sacar las tierras que desde hace años la familia Owens trabaja incansablemente.

En una de las fotos les muestro una en la que se ve al recordado don Thomas en uno de sus cultivares; en las otras, el pabellón que construyó en la escuela “Defensores del Chaco”, frente a la municipalidad administradada por Luis Mereles., en la ciudad de Yvyrarovana.

Un gran hombre conocí en Nueva Esperanza, donde el Centro Educativo Canindeyú, una escuela privada, supo de su dación y deseos de ver progresar a las nuevas generaciones. Conocí al señor Owens en su plenitud, un inversionista al que el país debe mucho pero a quien se paga su sacrificio con populismos alentados por las mismas autoridades.