Día del Maestro: ocho curiosidades que quizás no sabías sobre la evolución de la educación paraguaya

Asunción, Agencia IP.- En el marco del Día del Maestro es importante reflexionar sobre la evolución de la educación en Paraguay a lo largo de su historia. A través de ocho aspectos interesantes, y en esta jornada de celebración, recordamos el invaluable aporte de los maestros y maestras en la formación de generaciones y en la construcción de un futuro prometedor para nuestro país.

  1. Las primeras materias

Según el libro «Mbo’e. Introducción a la historia de la educación paraguaya» de David Velázquez Seiferheld, durante el siglo XVII, los estudios superiores estaban, principalmente, destinados a la élite y se impartían en aulas de latinidad y en el Colegio de los jesuitas. Estos estudios se centraban en la enseñanza de la gramática latina, la teología y algunos aspectos de los cánones. Además, el consulado estableció escuelas de náutica y dibujo para complementar la formación.

El Real Colegio Seminario de San Carlos en América ofrecía una educación diversificada con tres ramas de estudios principales: Teología moral y dogmática, filosofía y artes, y gramática y latín. Además, su programa incluía como física, metafísica aristotélica y lógica.

El historiador Carlos R. Centurión, en su obra destacada «Historia de las Letras Paraguayas», hace referencia de manera crítica a la labor educativa llevada a cabo en las misiones, donde se instruía a la población en lectura, escritura y aritmética en guaraní, además de impartir enseñanzas de danza, canto y música con la flauta.

  1. El intento de erradicar el guaraní

A mediados del siglo XIX, el idioma guaraní se había arraigado profundamente en la vida diaria del Paraguay, constituyendo un elemento esencial de su identidad cultural. A pesar de esta realidad, la política lingüística del gobierno, incluso durante el mandato de Carlos Antonio López, persistió en su intento de eliminar el guaraní.

Según las Instrucciones de la Junta Superior Gubernativa, emitidas en 1812, se destaca en su artículo 35 la importancia de que los alumnos se expresen en español, eliminando el uso del idioma nativo guaraní.

Se impusieron castigos físicos a aquellos que lo utilizaban en las aulas, reflejando el deseo autoritario y modernizador del estado paraguayo. Esta campaña de erradicación del guaraní chocaba con la situación de una sociedad en la que tanto la élite como la población en general se comunicaban en este idioma, aunque su uso predominaba en el ámbito doméstico.

Velázquez Seiferheld sostiene que el Estado lo consideraba un obstáculo para el progreso y lo asociaba con la barbarie. Se prohibió expresamente el uso del guaraní en las escuelas en 1870, como parte de una tendencia positivista, evolucionista y liberal, liderada por la nueva élite paraguaya. En un tono triunfalista, el Álbum Gráfico del Centenario de la Independencia del Paraguay, publicado en 1911, celebraba la erradicación del guaraní de la enseñanza nacional y abogaba por su completa eliminación para impulsar la expansión europea en el país.

  1. La educación para las niñas

A principios del siglo XVII, la religiosa Francisca Jesusa de Bocanegra estableció un refugio para niñas huérfanas, cuyos padres eran conquistadores fallecidos. Aunque recibió elogios, el apoyo concreto fue limitado, y finalmente cerró tras el fallecimiento de su fundadora en 1617. Las niñas que residían en el hogar de Bocanegra no recibían instrucción formal en lectura ni escritura, centrándose en actividades domésticas y enseñanzas de la doctrina cristiana.

En el libro de Velázquez Seiferheld, menciona que durante el siglo XIX en Paraguay, la educación de las mujeres experimentó un cambio significativo con la llegada de mujeres europeas que fundaron institutos privados para instruir a niñas y señoritas de la élite paraguaya.

Estas pioneras, como Josefa Mercé de Vidal, Eduviges M. Riviére, Dorothea Duprat y Luisa Balet, abrieron escuelas de primeras letras donde se enseñaban materias como lectura, escritura, aritmética y doctrina cristiana, además de francés si los padres lo solicitaban. Balet, en particular, amplió el programa educativo incluyendo historia, geografía, literatura y nociones de física e historia natural.

Además, algunas mujeres como Pura Concepción de Bermejo, aunque no ejercieron como maestras, contribuyeron al ámbito educativo con publicaciones sobre economía doméstica, marcando así un hito en la educación de las mujeres durante el gobierno de los López.

  1. Gaspar Rodríguez de Francia y Carlos Antonio López fueron docentes

El Colegio Seminario de San Carlos, institución emblemática en la educación colonial del Paraguay, no solo formó sacerdotes y líderes religiosos, sino que también cultivó el talento intelectual de figuras destacadas en la historia política del país.

Entre los egresados de origen indígena se mencionan nombres como Victoriano Toube, Juan de la Cruz Yaguareté y José Domingo Guainaré, quienes posiblemente fueron los primeros sacerdotes indígenas del Río de la Plata.

Además, en el plantel docente se encuentran figuras que marcarían el rumbo político del Paraguay como José Gaspar Rodríguez de Francia y Carlos Antonio López. Sin embargo, en 1822, el entonces dictador perpetuo de la República del Paraguay, José Gaspar Rodríguez de Francia, decretó la clausura del Colegio Seminario, marcando el fin de una era en la educación paraguaya.

  1. El castigo estaba permitido, pero reglamentado

Las Instrucciones de la Junta Superior Gubernativa, emitidas el 6 de enero de 1812, establecieron principios fundamentales sobre la educación y el castigo en Paraguay. Se enfatizó la necesidad de aplicar la reprensión con cuidado y discernimiento, considerando el motivo, el tiempo y la forma de ejecución.

Se rechazó el uso de la violencia en la educación de los jóvenes en formación señalando que los castigos duros pueden generar cobardía y obstinación en lugar de rectitud. También, se destacó la importancia de la moderación en el uso del azote y se introdujeron nuevas formas de corrección, basadas en el vituperio y la vergüenza, que se consideraban más efectivas que los golpes físicos.

Estas instrucciones marcaron un cambio en la percepción y aplicación del castigo en el ámbito educativo, promoviendo un enfoque más reflexivo y humano.

  1. Lista de útiles

En lo referente a los materiales y útiles empleados en las escuelas, un documento del 12 de marzo de 1838, emitido por el brasileño Manuel Rodríguez Oliveira, enumera: “diez pequeños libros encuadernados en pasta con un número reducido de páginas, veintidós palmatorias de tamaño mediano fabricadas en metal amarillo, dos pizarras comunes, cuatro lápices para pizarras, treinta y una resmas de papel blanco ordinario, ochenta y cinco cuadernos, ocho docenas de papel arrugado y tres docenas de palmatorias de metal amarillo de tamaño regular. Además, se mencionan tres unidades más pequeñas de la misma palmatoria de tamaño algo reducido”.

  1. Educación obligatoria

Durante el período de ocupación tras la Guerra de la Triple Alianza surgieron las primeras respuestas institucionales para abordar la situación educativa en Paraguay. En 1869 se estableció la Comisión Protectora de los Paraguayos Desvalidos y Huérfanos, con la tarea de brindar educación a los niños huérfanos y desamparados en la Quinta López (hoy Jardín Botánico y Zoológico de Asunción) en Trinidad.

Además, en marzo de 1870 se decretó la obligatoriedad de la instrucción pública. La Constitución promulgada en noviembre de 1870 también hizo referencia a la educación, estableciendo su obligatoriedad y la liberación de derechos aduaneros para los materiales educativos.

  1. El papel de la Iglesia en la educación

Velázquez Seiferheld resalta que durante dos siglos desde la fundación de Asunción en 1537, la Iglesia desempeñó un papel central en los primeros intentos de educación en la región. La enseñanza se centraba en la catequesis y en la instrucción básica asociada a la evangelización. Además de las escuelas de primeras letras, la educación popular se llevaba a cabo a través de la catequesis de niños y adultos, donde los religiosos empleaban métodos prácticos que incluían la memorización mediante músicas, cantos, bailes y representaciones alegóricas, así como el uso de imágenes.

En el Paraguay, las primeras iniciativas educativas datan de 1542 y 1543 en Asunción, con la apertura de casas de difusión de la doctrina a cargo de religiosos como José Gabriel Lezcano, Francisco de Andrada, Bernardo de Armenia y Alonso Lebrón. Estas casas, dependientes del Cabildo y de la Iglesia fueron precursoras de las primeras escuelas, donde se designaron maestros para enseñar a los niños, llegando a atender a más de 2.000 personas, según relatos de la época.

Al explorar estos ocho aspectos fascinantes de la evolución de la educación paraguaya podemos apreciar la complejidad y la riqueza de su historia educativa. A través de períodos de cambio político, social y cultural, los maestros han desempeñado un papel fundamental en la formación de las futuras generaciones y en la preservación de la identidad cultural paraguaya.

En este día, celebramos su dedicación y compromiso con la educación, reconociendo su invaluable contribución a la construcción de un Paraguay más justo y próspero. Que su legado continúe inspirando a las generaciones venideras a alcanzar nuevas alturas en el campo de la educación y el conocimiento.