¿De dónde salió lo de que la soja paga poco impuesto?

Algunos parlamentarios alegan que el impuesto a la soja en Paraguay es cero.
El sojero tiene un costo de producción de 600 dólares por hectáreas de los que el 10 % se paga como IVA puesto que todos los insumos son adquiridos con boleta legal, es decir, 60 dólares por hectárea.
En Paraguay se sembraron unas 3.500.000 hectáreas de soja.
Por tanto, la soja permite recaudar al fisco 210.000 millones de dólares.
Luego se añade el impuesto del 5 % que en su debido momento la autoridad central dijo que sería para la reforma agraria pero que, finalmente, la mitad de ese impuesto fue destinado a agroexportadores y multinacionales.
Si se calcula 5 % por 12.000.000 de toneladas a un promedio de 300 dólares de precio base por tonelada, arrojan 180 millones de dólares de aporte al fisco.
Pongamos que este año se juntaron 3.000 kilos por hectárea de soja. Para cubrir el costo de producción se necesitan 2.000 kilos y si la siembra se hace en tierra alquilada el resultado es de empate.
Si la siembra es en tierra propia de la ganancia se está pagando el 10 % por la ganancia; o sea, 30 dólares por cada 300 dólares obtenidos por hectárea. Suman 105.000.000 de dólares para el fisco.
En Argentina y Brasil se está cobrando entre 25 y 35 %. En ambos países no pagan el costo de traslado de la cosecha como Paraguay hasta puertos marítimos. Ese costo es de 60 dólares por hectárea al que se le llama “premio” y no se factura – toda una incógnita – al productor primario.
Si de comparar con Argentina y Brasil se trata deberá contemplarse que los caminos en ambos países son todos asfaltados, los créditos para maquinarias a diez años son al cinco %, los créditos para comprar tierras son de quince a 20 años de plazos al 5 % y en caso de una sequía, inundación o lluvias hay subsidios del Estado y también hay la ventaja del seguro agrícola.
Después están los impuestos que pagan los agricultores a través de las grandes empresas proveedoras y exportadoras.
Son estos números los que los diputados, senadores, políticos, banqueros, burócratas de Hacienda y analistas deben tener en cuenta a la hora de pensar en nuevos impuestos al grano. Los sojeros pagan impuestos, y bien altos, solo que por populismo e intereses políticos varios los datos mencionados no se dan a conocer por los medios de prensa.

Agropeguaria PANTANAL
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JL MAT.CONST.
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