Joven médico se suicida por carga horaria: “Mami, me pidieron renunciar”

La dura vida de residencia médica se cobró la vida de un joven médico, quien primero se vio en la necesidad de renunciar por la presión en la carga horaria en el Hospital de Clínicas. El doctor no resistió tras entrar en un cuadro depresivo por todo el esfuerzo realizado para poder culminar sus estudios y encontrarse en una encrucijada. Ahora, su madre busca evitar que otros pasen por la misma situación y pide que sean modificados los reglamentos.

Zulma Benítez, madre de un joven médico que se suicidó por presiones en carga horaria, mencionó a la 730 AM que busca que no se repita el caso de su hijo, quien se quitó la vida en mayo pasado. “No nos vamos a quedar quietos. Estamos trabajando en la Cámara de Senadores, Ministerio del Trabajo y de Educación también”, dijo con relación a las actividades que llevan a cabo para mejorar la condición de los residentes médicos.

Se trata del caso de Francisco Damian Rodríguez Benítez (27), egresado de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) con un promedio de 4.58, el mismo formó parte del cuadro de honor.

La madre comentó que el joven estaba haciendo sus guardias en la residencia médica, pero que la carga horaria era excesiva. “En el primer mes se dio cuenta que le iba a ser imposible seguir. Me decía que era una explotación laboral galopante. Él decidió salir de eso, porque incluso no se alimentaba a hora. Había días que no almorzaba porque tenía que estar en el consultorio”, lamentó.

A eso se suma, según denunció Benítez, que a su hijo lo utilizaban además como un ordenanza administrativo. “Yo después de su muerte me enteré que le tenían como mandadero, de aquí para ella. Ellos son médicos y no están para la parte administrativa”, resaltó.

Tras la renuncia a la residencia médica, luego de 15 días al joven le pidieron que se acerque a la faculta, donde las autoridades le informaron que también tenía que renunciar como instructor. “Mami, me pidieron que renuncie, pero yo tanto estudié, di mi vida por la facultad, era un alumno regular, en seis años terminé con promedio alto. ¿Cómo me van a cerrar las puertas?”, dijo la mujer recordando las palabras acongojadas de su hijo.


Atendiendo el sacrificio realizado por el joven para poder recibirse de médico, esa situación le ocasionó un cuadro depresivo, que su familia no logró notar. Sí le dio insomnio, según contó la progenitora.

“Mi hijo era muy disciplinado, desde chico. Es algo muy triste esto. Nosotros siempre estuvimos presentes en la vida de nuestros hijos, nunca nos imaginamos que nos iba a pasar esto, nosotros los acompañamos desde el vamos, como familia cristalina. Este mi hijo era muy carismático”, resaltó la entrevistada.

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