Puso una despensa ¡en el cementerio!

Acá la gente está quieta. De hecho, demasiado quieta. Nadie se “mueve”. Es que la despensa que montó Alcides Guerrero está ni más ni menos que ¡en un cementerio!

Ganarse la vida rodeado de muertos no es algo que le quite el sueño a un trabajador, tal como lo mostró este padre de familia.

“Tengo muchos clientes”, esa pareciera ser la frase de un comerciante que prospera en un lugar por demás concurrido, donde gracias a la gran cantidad de gente que se mueve de aquí para allá puede hacer sus ventas y así progresar. Sin embargo, la realidad muestra una situación totalmente distinta.

Acá la gente está quieta. De hecho, demasiado quieta. Nadie se “mueve”. Es que la despensa que montó Alcides Guerrero está ni más ni menos que ¡en un cementerio!

Así como suena. Ubicado en el fondo del camposanto de J. Augusto Saldívar, una familia tiene su negocio entre los panteones avei. ¡De no creer! Al menos, no es que le hinchan a cada rato pidiendo fiado.

“Tengo muchos clientes. Los de la otra calle, que se abrió recién, son todos mis clientes” omombe’u el comerciante. Hace dos años ya que está a full con el negocio y cada año va progresando, he’i avei.

Ellos hace 5 años ya que viven ahí, ya que lograron comprar un terreno luego de emigrar de San Lorenzo sin miedo a los “vecinos”. De hecho, Alcides asegura que nunca tuvieron encuentros con las almas en pena, ndaje.

“Eso de los muertos es todo bola, nosotros nunca escuchamos nada y varias veces ya salimos de noche también” contó tranquilo y con firmeza. Dijo que todos los días la familia trabaja en su negocio desde las 6:00 de la mañana hasta las 10:00 de la noche y nunca sintieron ningún movimiento del más allá, ndaje.

Si bien es cierto que a algunos les resulta muy “tenebroso” tener que pasar entre quienes descansan en paz para comprar cosas para el almuerzo o la cena, la clientela ya se acostumbró a pasar entre los finados para ir hasta la despensa “Yohanita”, un negocio con mucha vida.

La despensa tiene “vida”: heta icliénte

Don Alcides comentó que, por más de que nadie lo crea, heta oreko la gente por día en su negocio, ndaje. Todos los días, las personas de las calles aledañas al cementerio se van a hacer sus compras en el “almacén del cementerio”. Avei dijo que los lunes también tiene muchas ventas porque es el día en que el rollete se va a visitarle a su difunto, y sí o sí se van a comprar alguna que otra cosita de su despensa. En noviembre lo que arrasa con todo, ndaje, porque henyhê los visitantes en el lugar. Cronica