El retiro de la réplica de la avioneta con la que Pablo Escobar “coronó” uno de sus primeros cargamentos a Estados Unidos, que estaba en la entrada de la Hacienda Nápoles, volvió a encender el debate sobre qué hacer con los bienes de ese narcotraficante.
El retiro de la réplica de la avioneta con la que Pablo Escobar “coronó” uno de sus primeros cargamentos a Estados Unidos, que estaba en la entrada de la Hacienda Nápoles, volvió a encender el debate sobre qué hacer con los bienes de ese narcotraficante. A este hecho se suma la decisión de la Alcaldía de Medellín de demoler, el 22 de febrero, el emblemático edificio Mónaco en Medellín, objeto de tours y visitas. Para unos, la manera de acabar definitiva con la estigmatización que han sufrido los colombianos y los antioqueños pasa por acabar con todo el legado material de Escobar. Para otros hay que mantener esos lugares para no olvidar lo sucedido.
Portada de la Hacienda Nápoles se queda sin la mítica avioneta de Pablo Escobar
En una cruzada que busca borrar la relación del desaparecido capo del Cartel de Medellín con este predio ubicado en Puerto Triunfo, Antioquia, se decidió quitar la aeronave que alimentaba la curiosidad de los turistas y que era la entrada a un parque temático.
La cruzada para borrar la huella de Pablo Escobar llegó hasta la famosa Hacienda Nápoles —hace diez años conocida como Parque Temático Hacienda Nápoles—, ubicada en el municipio de Puerto Triunfo, en el magdalena medio antioqueño, en cuya entrada se levantó por años la avioneta con la que el desaparecido capo del Cartel de Medellín hizo su primer viaje con cocaína.
Dicha avioneta alimentó el fetichismo de viajeros que ni siquiera entraban a la Hacienda, sólo se paraban en la entrada para tomarse fotos con la aeronave que por mucho tiempo conservó su color azul y que hace poco fue pintada en blanco y negro, como una cebra, para estar en concordancia con la identidad del parte. Pues la famosa avioneta fue retirada este miércoles y en su lugar se pondrá una imagen de Vanessa, la hipopótamo que se ha convertido en ícono del lugar.
Según Oberdán Martínez, administrador general del Parque Temático, en diez años de operación han querido montar una propuesta de turismo familiar con contenidos de safari aprovechando los animales que habían quedado en el predio y que hasta hace más de una década estaban descuidados.
“Queremos contenidos nuevos que respeten la realidad del país y dejar atrás el pasado. Quitar la avioneta nos hace más coherentes con nuestra propuesta de entretenimiento, mirando al futuro y no al pasado. Esa avioneta ahora se va a usar en un lugar que llamamos la gran sabana africana, donde tenemos el hábitat de los animales africanos; allí habrá un museo africano y pensamos que esta avioneta se acomoda en la temática de ese sector, pero con una connotación muy distinta a la que antes tenía… la idea es sobresaltar la nueva imagen del parque temático”, dijo Martínez.
En su interior, el Parque tenía hasta hace unos años la casa en ruina de Pablo Escobar, donde se hacía un recorrido por fotos, motos, muebles que el capo tuvo allí; además, había todo un homenaje a las víctimas del Cartel de Medellín. La casa terminó de caerse hace un tiempo, por lo que todo el mobiliario fue a parar a las pesebreras, donde sigue estando esa especie de museo de la memoria, parte favorita de los visitantes más viejos del parque.
“Nosotros desde que empezamos con el proyecto siempre tuvimos claro que no podíamos hacer apología al delito, honor a un delincuente y a un narcotraficante… fuimos haciendo el proceso de sacar todo lo de Pablo Escobar progresivamente, sabíamos que era un tema delicado y que había que abordarlo de esta manera, estamos de acuerdo con las políticas del municipio de Medellín, por ejemplo, en el que se hace honor a las víctimas, estamos en la misma línea”.
Pese a esta posición, familiares de Pablo Escobar como su hermano Roberto, conocido como el Osito, cree que en el parque se le ha sacado provecho directamente a la imagen del capo de la mafia, “ellos hayan sacan lucro del nombre la finca, de la avioneta y a mí ni siquiera me dejan tener un museo donde comparto mis recuerdos de una época que ya pasó”, dijo Roberto Escobar a SEMANA.
Y aunque para muchos visitantes del parque disfrutan de los grandes animales mecánicos, de las piscinas, de los hoteles y de las manadas de animales africanos que corren por las extensas praderas, el mayor atractivo es conocer cómo era la casa de quien fuera el hombre más rico y más buscado del mundo.
Por ahora los administradores del parque, que está en un terreno que es arrendado al municipio de Puerto Triunfo, piensan incluso en cambiar el nombre, pues saben que está relacionado de manera directa con el capo. Los cambios, que antes parecían lejanos, llegan por la aversión que hay con el nombre de Escobar por parte de algunos sectores, quienes condenan la celebración que se hace de la vida del narcotraficante en series, películas y canciones. semana.com/
