Paraguay y los ODS: Trabajo, innovación y desigualdades

En estos tiempos donde la globalización ha dejado de ser una tendencia para ser una realidad necesaria, el nuevo pacto social tiene que ver con las reglas de convivencia que reescribimos y renovamos como sociedad.
En 2015, 193 países incluido Paraguay, firmaron un nuevo pacto social fundamentado en los derechos humanos, al que llamaron Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocido como Agenda Sostenible 2030. Siendo la continuidad de más de cuatro décadas de diálogo y consensos plasmados en diversos instrumentos y convenciones internacionales y cuyo objetivo es poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad.

Gorostiaga
Los ODS se componen por 17 Objetivos que intentan abordar una amplísima gama temática en cinco grandes temas: personas, planeta (medioambiente), prosperidad, cultura de paz y alianzas.

El Plan Nacional de Desarrollo de la República del Paraguay 2030, fue diseñado de manera paralela a los ODS, por lo que los inserta y transversaliza en sus tres ejes estratégicos: reducción de la pobreza y desarrollo social; crecimiento económico inclusivo; y la inclusión de Paraguay en el mundo. En nuestro país se ha proyectado la conformación de tres Grupos de Trabajo responsables de la coordinación de la implementación de los ejes económico, social y ambiental de la Agenda 2030. El Eje Económico liderado por el Ministerio de Hacienda para los ODS 8, 9 y 10; el Eje Social liderado por la Secretaría de Acción Social (actual Ministerio de Desarrollo Social) para los ODS 1, 2, 3, 4, 5, 6, 16 y 17; y el Eje Ambiental liderado por la Secretaría del Ambiente (actual Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible) para los ODS 7, 11, 12, 13, 14 y 15. Estos grupos de trabajo deben ser conformados antes de que termine el año 2018.

El Eje Económico toma los ODS 8 “Trabajo decente y crecimiento económico”, 9 “Industria, innovación e infraestructura” y 10 “Reducción de las desigualdades”.

El ODS 8 busca promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos porque la erradicación de la pobreza sólo es posible con empleos estables y bien remunerados. En Paraguay el desempleo es del 5,2% y el subempleo visible alcanza 5,4%, por lo que las metas de este objetivo pueden servir de guía para reducir estas cifras y apuntalar políticas orientadas a la creación de puestos
de trabajo con seguridad social en los que se cumplan todos los derechos, a mantener el crecimiento económico per capita e incrementar el producto interno bruto; elevar la productividad económica mediante la diversificación, modernización tecnológica e innovación centrándose en los sectores con gran valor añadido y uso intensivo de mano de obra. Es así que se deberán promover políticas que apoyen actividades productivas, emprendedurismo, creatividad, innovación; formalizar e impulsar el crecimiento y acceso a servicios financieros de las Mipymes, todo esto apuntando a la protección de los derechos laborales y al pleno empleo de mujeres y hombres, rompiendo las brechas de género e incluyendo todas las diversidades (jóvenes, personas con discapacidad). Otra de las metas es desvincular progresivamente el crecimiento económico de la degradación ambiental. En nuestro país, entre el 2013 y el 2017 el PIB creció en promedio un 5,1% anualmente, mientras que el PIB per capita creció en 3,6%, pero el nivel de deforestación ha alcanzado niveles históricos especialmente en el Chaco, por lo que son necesarias medidas que apunten al equilibrio entre crecimiento y sostenibilidad ambiental.

Por su parte, el ODS 9 se enfoca en construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación. Tiene por metas desarrollar infraestructura de calidad a nivel local, regional y transfronterizo para apoyar el acceso asequible y equitativo al desarrollo económico y el bienestar, duplicar la contribución de la industria a la generación de empleo y al incremento del producto interno bruto, aumentar la integración de las pequeñas industrias en las cadenas de valor y los mercados. Localmente la participación de la Industria es del 20% en el PIB y se espera que en el 2018 sea de 20,6%, además la maquila ha generado 13.000 empleos, esto implica un importante salto respecto a cifras de años anteriores pero aún queda mucho camino por recorrer para cumplir con este ODS. Por último, en el Eje Económico se inserta el ODS 10 para reducir la desigualdad en el país y con los otros países. Estas desigualdades se evidencian a nivel interno comparando el quintil más rico, que percibe más del 50% de los ingresos, con el quintil más pobre, que no llega al 10%. Además la pobreza total es de 26,4%, con marcadas diferencias entre las áreas de residencia: en el área urbana es de 20,25% y en el área rural es de 36,22%. A ello, debemos sumar especialmente las variables de género, migración y empleo, que profundizan desigualdades. Para superar esto, el ODS 10 busca la aplicación de políticas que promuevan la inclusión económica en condiciones de equidad y en este concepto se deben considerar cuestiones internas como la ruptura de las diferenciaciones por género, clase, religión, raza o etnia; y a nivel internacional regulación y control de los mercados con políticas que beneficien a los países en desarrollo a través de por ejemplo el comercio justo y la inversión directa.

El nuevo gobierno está a tiempo y tiene la oportunidad de crear y fortalecer los espacios para la formulación de políticas públicas alineadas a la Agenda Sostenible 2030 y al logro de los ODS, que contribuyan a profundizar de manera positiva el desarrollo del país. 1Paola Vaccotti es abogada, especialista en políticas públicas, cooperación y desarrollo.
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