Paraguay busca ampliar su alianza comercial con Rusia

Paraguay registra gran excedente productivo en el sector agroalimenticio.
La capacidad productiva del Paraguay, especialmente en el sector alimenticio, incentiva hoy al país a buscar nuevos mercados para colocar sus productos. En ese sentido, Óscar Cabello, vicecanciller del país, manifestó durante su visita oficial a Moscú, que hay intenciones de diversificar la relación comercial con Rusia, según publicaciones del portal digital Prensa Latina.
El representante paraguayo comentó al medio, que la ampliación del acuerdo con el país podría generar un retorno de capitales importante para Rusia, ya que los márgenes de ganancia que ofrece Paraguay en los negocios son los más atractivos de América Latina.
Asimismo, señaló que el país hoy es un gran productor agroalimentario, con una población de tan solo 7 millones de habitantes, y con una capacidad de alimentar a 80 millones de personas. “Esta capacidad nos permite ser grandes exportadores de ese tipo de productos, de los que tenemos un gran excedente. Nos gustaría ampliar con Rusia, la colaboración en ambas direcciones”, detalló Cabello.
También resaltó que el país posee gran potencial industrial que desea desarrollar, e indicó que para ello aspira compensar el superávit comercial en la balanza a través inversiones rusas.
DIVERSIFICACIÓN
Al respecto, Pablo Cuevas, viceministro de Comercio, destacó que la diversificación comercial con Rusia sería de gran importancia para el Paraguay, ya que es un país que constantemente registra un crecimiento en su consumo. “Venderle a Rusia es una opción muy válida, hasta tanto tengamos cerrado el acuerdo con la Unión Europea”, afirmó.
Sostuvo que hay indicios de negociaciones, y que conocen la capacidad productiva nacional, para vender productos a Rusia.
En ese sentido, es importante resaltar que Rusia es un gran comprador de carne bovina paraguaya. De acuerdo a los datos del Banco Central del Paraguay (BCP) las exportaciones nacionales con destino a Rusia totalizan US$ 632,1 millones, a setiembre del 2015. LA NACION