Mujeres camioneras se abren camino en territorio masculino

Ellas rompen el paradigma de que el rubro transporte es un “trabajo de hombres”. Foto: La Nación.
Ellas rompen el paradigma de que el rubro transporte es un “trabajo de hombres”. Foto: La Nación.

En Paraguay, el rubro del transporte es conocido como un “trabajo de hombres”. Sin embargo, 25 mujeres rompen el esquema y hoy recorren rutas nacionales e internacionales de igual a igual con el sexo masculino.

“El lugar donde más se menosprecia el trabajo de la mujer es en el rubro del transporte debido al tabú que existe, pues se cree que nosotras no entendemos de consumo de combustible por kilometraje según cada tipo y modelo de camión, cómo realizar un auxilio mecánico en ruta, hacer una revisión de aceite, agua o fluido de freno”, dice a La Nación Cynthia Jacquet (37), quien como jefa de Operación Central de HG Logística, empresa que ofrece servicios de transporte y distribución de productos alimenticios, generales, cargas refrigeradas y peligrosas, se encarga del posicionamiento diario de más de 150 móviles.

Ella, a diario, rompe el paradigma de que el rubro transporte es un “trabajo de hombres” y lo hace liderando a otras 25 mujeres que integran la empresa y que se hicieron un lugar entre vehículos de gran porte, cargas pesadas y maquinarias.

Al principio tuvieron que lidiar con la percepción de que una mujer no puede realizar el trabajo de camionera por su fragilidad, considerando que se requiere de mucho esfuerzo para levantar una cabina para su revisión, encarpar una carreta de un semirremolque o estirar una mulita para descargar 30 pallets cargados. A esto se suma la creencia de que las féminas tienen poco o nulo conocimiento sobre piezas mecánicas de un camión, además de que el trabajo de camionera/o exige 24 horas de dedicación, teniendo que dejar por ello el hogar y a los hijos. Sin embargo, ellas superaron con creces todas las pruebas.

HACERSE CAMINO

“La dificultad mayor fue conseguir que un equipo masculino, de más de 300 personales, acate órdenes de una mujer”, precisa Cynthia y agrega que le decía, en tono de broma y también muy en serio, que el rubro de transporte no es para una mujer.

“Inicié mi trabajo en HG Logística hace más de 6 años como ayudante. Realicé trabajos múltiples como descarga de mercaderías y limpieza del patio. En el plantel no trabajaba ninguna mujer. No tardé en pedirle a mis compañeros que me enseñen a manejar un camión, luego que me den clases de mecánica general. Poco después ya me entregaron un camión y realizaba viajes al interior del país. Años después, me nombraron jefa de taller y luego jefa operativo mediante el apoyo de los compañeros y del propietario de la empresa, el ingeniero Herib González. Él aplaudía cada logro y me motivaba a seguir adelante”, agrega.

Cynthia recuerda que realizó una de las operativas internacionales más grandes de la empresa y que al segundo día de trabajo uno de los conductores se acercó a decirle que jamás una mujer iba a imponerles reglas y normas de trabajo. “Fue una tarea difícil, eran más de 100 personales antiguos reacios a aceptar a una mujer como jefa”, revela. Como estrategia, empezó a tratarlos como si fueran parte de su familia, los asistía durante la noche en medio de sus viajes, ya sea en furgones, doble ejes o semirremolques, había días en que dormía solo 2 horas por brindarles apoyo desde el teléfono. Si surgían inconvenientes mecánicos, se las arreglaba para llegar junto a ellos y llevarles una pieza mecánica o realizar un transbordo.

“En menos de 5 meses me había ganado el respeto y el aprecio de todos ellos, cada minuto que yo le dedicaba a cada personal me redituaba con la mejor predisposición por parte de ellos para realizar cualquier orden que yo emitiese”, cuenta.

Si bien muchos le dijeron que no lograría trabajar en el rubro del transporte, fueron más los que la apoyaron. “HG Logística me apoyó en todo momento, hace que me sienta como en mi casa, me apasiona trabajar en este lugar y en este rubro, mi trabajo es una de las mejores cosas que tengo”, subraya Cynthia.

BRECHA DE GÉNERO

“En el rubro se dan dificultades por ser mujer cuando te encontrás con una persona machista”, según Cynthia, quien cree que se necesitan más oportunidades para las mujeres, además de seguir exigiendo la igualdad de género.

“La mujer ya no debe aceptar la frase de que es para la casa, es decir, si quiere quedarse en casa que sea por decisión propia y no por obligación. Hoy nosotras necesitamos crecer y desarrollarnos en la sociedad, estudiar y demostrar que somos muy meticulosas, además del orden y la disciplina en el trabajo, una mujer siempre se destaca”, añade y agrega que los hombres y las mujeres son iguales y pueden realizar las mismas funciones.

Actualmente hay mujeres que sobresalen en rubros considerados de hombres como gomería, mecánica, electrónica y a un sinfín de otras actividades.

“Este trabajo me permitió crecer como persona, es increíble cómo se dilatan las pupilas de mis hijos cuando les cuento todos los trabajos que pude realizar en el día, ellos orgullosos van a contar lo mágica que es su mamá, pero nada de esto hubiese sido posible si HG Logística no me hubiese abierto las puertas, así como hoy lo hace con muchas mujeres que fueron incorporadas y las miles de familias que se encuentran empleadas en la empresa”, enfatiza.

APUESTA FEMENINA

María José Delgadillo Aquino (30), casada y con dos hijos, es una de las camioneras destacadas de la empresa. Anteriormente conducía camiones Scania 113, 124, R420 y actualmente conduce un camión Volvo FH. María considera que en Paraguay aún se menosprecia la labor femenina en casi todos los rubros liderados por hombres.

“Me solían decir que tengo mucho coraje y valor para conducir un camión y también para dejar a mi familia por largos días por ir a trabajar, en un momento pensaron que no podía conducir un camión”, relata.

Herib González Ruiz, propietario de HG Logística, dice que busca lograr una empresa inclusiva en todos los aspectos. Empezó contratando a ayudantes femeninas para los móviles y vio un desempeño diferenciado en cuanto al trato con el cliente y la percepción de los mismos al ver a una mujer entregando productos y trabajando a la par del conductor.

Fue así que en una oportunidad le dio la posibilidad de conducir el móvil a una de ellas y contó con todo el apoyo de la empresa, lo mismo en cuanto a trato, salario y responsabilidad del manejo de la carga y del vehículo, como de las documentaciones y cobros de las facturas en el reparto.

“La experiencia fue sorprendente y gratificante. Esto hizo que a partir de ahí comience a contratar más personales femeninos en la conducción y como ayudantes de los móviles que están en ruta diariamente. María, por ejemplo, maneja un semirremolque de 18,6 metros de largo y capacidad de carga de 28.000 kilos, realiza viajes nacionales e internacionales, y les aseguro que no tiene nada que envidiar a los conductores masculinos por su entrega y desarrollo en dicho trabajo”, asegura.

González recuerda que en un principio algunos compañeros o funcionarios no daban confianza al trabajo femenino, “no creían que una mujer pueda realizar descargas en locales comerciales o supermercados donde reina la fuerza bruta”, indica y detalla que a los funcionarios de edad avanzada o machistas fue a quienes más les costó adecuarse a los cambios.

“Con el tiempo las cosas cambiaron y hoy se tiene un plantel de mujeres que son esposas de los conductores, choferesas repartidoras, ayudantes femeninas que viajan al interior con hombres de quienes se ganaron el respeto por su trabajo”, concluye.