Marito se rodea de asesores de poco peso por su falta de liderazgo

A días de cumplir su primer año como presidente y envuelto en una fuerte crisis que lo mantiene en jaque, el mandatario se ve arropado por un primer anillo que carece de liderazgo y trayectoria.Tras desatarse la crisis por el polémico acuerdo de Itaipú, al titular del Ejecutivo se lo ve salir del Palacio con un reducido grupo de colaboradores, entre ellos Julio Ullón, actual jefe de Gabinete; el director de Medios, Gilmer Moreira, y el asesor político, Daniel Centurión.Tanto Ullón como Centurión pasan prácticamente inadvertidos en cualquier situación que atañe al Gobierno. Ambos se desempeñaron como concejales de Asunción y provienen de las bases coloradas. El secretario privado del presidente es Mauricio Espínola, un joven también seccionalero. Como asistentes, Marito les tiene a Gilmer Moreira y Adán Ledesma, hombres de confianza pero sin ninguna trayectoria política ni técnica, por lo que no tienen incidencia en la actividad gubernamental.

En la Asesoría Jurídica están Mónica Seifart, hija del fallecido ex vicepresidente Ángel Roberto Seifart y de muy bajo perfil; y Hernán Huttemann, también de las bases coloradas, quien llegó al Palacio por recomendación del senador Enrique Bacchetta. Los legisladores más cercanos al jefe de Estado son los senadores Silvio Ovelar y Rodolfo Friedmann, quienes son los de mayor peso político y quienes ejercen el papel de principales operadores.En el Gabinete están los ministros del Interior, Juan Ernesto Villamayor, y de Hacienda, Benigno López, como los soportes de más peso del mandatario, pero que también son muy cuestionados por sus gestiones al frente de sus respectivas carteras. Se maneja que tras la crisis, Villamayor iría como jefe de Gabinete en vez de Ullón, para darle un soporte más fuerte al gobernante.

FALTA DE LIDERAZGO. Los analistas políticos Milda Rivarola y Marcos Pérez Talia coincidieron en que esta situación se produce debido a la falta de liderazgo del mandatario, que lo lleva a estar rodeado de personas de casi nula incidencia para las cuestiones de Estado. Para Rivarola, el presidente es un jefe “entre muchos otros jefes colorados”. “No se guían por deber o liderazgo, sino como parte de un pacto con el Partido Colorado. No es él quien decide y tiene que estar negociando y cediendo permanentemente”, expresó. Manifestó que el mandatario debería estar rodeado de personas idóneas y técnicas en su primer anillo. “Vamos a ver si tiene la capacidad de corregir esto ahora, si puede armar un equipo técnico que por lo menos pueda competir.No sé si llegará, pero tiene que hacerlo. Marito en sí no tiene mucho poder y para temas estratégicos tiene que armar un equipo técnico, un equipo de peso”, remarcó.Similar opinión tiene el politólogo Marcos Pérez Talia, para quien simplemente el “marismo” no existe. “Me parece que Marito es el líder de un conjunto de facciones importantes. Marito emerge y su principal virtud fue ser un primo interpares entre un grupo importante de facciones. Su gran error fue que cuando se convirtió en presidente pretendió gobernar siguiendo esa misma lógica.El marismo no existe, existe un conjunto de facciones que lo llevaron a la presidencia, pero Marito no pudo construir un equipo político propio y ser el cacique, y eso hace que se haya rodeado de gente sin mucho peso”, afirmó. UH