La estación más bella del año también es peligrosa

Mañana comienza la estación más bella del año, la primavera, pero que también trae consigo una serie de enfermedades de las que debemos cuidarnos. Al iniciarse esta temporada los árboles y plantas reverdecen y se llenan de flores; pero, con toda la belleza que el paisaje trae, también se incrementan en el ambiente elementos como el polen y el polvo que, junto con la resequedad, producen o reactivan diversas enfermedades como las infecciones respiratorias, de la piel o de las mucosas, sobre todo en los ojos.
Algunas enfermedades exantemáticas o eruptivas, como la varicela, también suelen incrementarse en estos meses, especialmente en niños y niñas.
Otras enfermedades muy comunes durante la primavera, de acuerdo a los médicos especialistas son: la faringitis, la amigdalitis, rinitis alérgica y sinusitis.
Dicen que el asma también es una enfermedad alérgica respiratoria muy común en esta temporada, y aunque las personas asmáticas pueden tener crisis en cualquier época del año, son más comunes en primavera.
La conjuntivitis, que es la inflamación de la conjuntiva, la capa más externa del ojo, que recubre la zona visible del globo ocular y la parte interior de los párpados, se presenta mucho en esta temporada, y puede ser de varios tipos: infecciosa (causada por bacterias o virus), alérgica (causada por una reacción alérgica), irritativa (producida por un cuerpo extraño) o química (desencadenada por una sustancia química). La más común en esta época es la alérgica.
La conjuntivitis que aparece en primavera causa más picor y escozor que secreción. Para mejorar las molestias se pueden administrar analgésicos o poner compresas frías o tibias. También deben limpiarse las secreciones, para despegarse los párpados, con agua hervida tibia, suero fisiológico estéril o cualquier líquido indicado por el médico.
MALESTARES PROPIOS DE LA ESTACIÓN
Según los especialistas, en esta temporada también aumentan los casos de infecciones gastrointestinales bacterianas, como la salmonelosis, provocada por la bacteria Salmonella.
Se incrementan los casos de hepatitis viral, lo que pudiera deberse a la ingesta de frutas contaminadas, comienzan a presentarse más casos de deshidratación y de insolación en niños y personas mayores de 50 años.
También aumenta el riesgo de contraer cólera (una enfermedad bacteriana) por la ingesta de alimentos mal cocinados o descompuestos, procedentes del mar o de aguas dulces contaminadas con heces fecales.
Con la llegada de la primavera, llegan también las molestas moscas y las repugnantes cucarachas, insectos que son transmisores de enfermedades sumamente peligrosas, como la gastritis y la úlcera péptica, causadas por la bacteria Helicobacter Pylori.
Además, se hacen más frecuentes las parasitosis, como la amebiasis, por la ingesta de alimentos contaminados y mal lavados.
Las enfermedades primaverales se propagan fácilmente a través de las gotitas infectadas emitidas por los enfermos y las secreciones faríngeas, y por contacto directo con elementos contaminados.
Las personas que corren mayores riesgos son las que permanecen cerca de los infectados, las que no han sufrido la enfermedad y no están vacunadas y las que tienen un sistema inmunológico débil, aunque hayan sido vacunadas.
PREVENCIÓN
• Aplicar las vacunas correspondientes a cada caso.
• Comer bien e incorporar a las comidas alimentos que contengan frutas y verduras bien lavadas.
• Cuidar mucho la higiene personal.
• Si se padecen procesos alérgicos o asma, es necesario evitar estar en lugares con mucha vegetación, polvo o humo.
• Atender las enfermedades adecuadamente en cuanto se tengan los primeros síntomas para evitar contagios y complicaciones.
• Evitar estar en contacto con personas enfermas.ADN
PUBLICIDAD
TOYONORTE