Herramienta se consolida para impulsar obras

Gracias a la primera experiencia en la construc­ción de la Ruta Naranjal – San Cristóbal, captará el inte­rés de otras empresas para invertir y presentar nuevos proyectos de infraestructura.

La ley Llave en mano se consolida como una herramienta posi­tiva que, gracias a la primera experiencia en la construc­ción de la Ruta Naranjal – San Cristóbal, captará el inte­rés de otras empresas para invertir y presentar nuevos proyectos de infraestructura bajo este formato, impul­sando las obras viales, ase­gura el licenciado Rodolfo Sosky, gerente financiero del Consorcio Concret-Mix & Asociados.

“Esta ley incorpora un mecanismo donde el lla­mado prevé que el contra­tista lleve el financiamiento de largo plazo o de corto plazo; este asume la res­ponsabilidad del diseño del proyecto, de las variaciones de cantidades a ejecutar, de las variaciones de precios de los insumos y de la mano de obra, así como también de las variaciones del tipo de cambio”, explica Sosky.

En el caso de la Ruta Naran­jal – San Cristóbal se pre­senta con un financiamiento que hace en el corto plazo con su capital operativo para ir entregando al Estado pequeños tramos a los que se conocen como hitos; a medida que este último los recibe, asume la deuda del tramo. Esa deuda que con­trae el Estado, se financia a largo plazo: tres años de gra­cia y a 10 años de amortiza­ción de capital.

“Una parte de la obra la financiamos con las empre­sas del consorcio y la otra parte vía bancos. En este caso, Itaú financia en el corto y largo plazo; tene­mos cerrado el círculo con este banco”, dijo.
LA NACION