HC: Es hora de meterse en la cancha

HC: Es hora de meterse en la cancha

Horacio Cartes. Foto: Carlos Juri. LN.
Horacio Cartes. Foto: Carlos Juri. LN.

En un encuentro con Augusto Dos Santos en el espacio de Expresso, transmitido hoy por GEN TV, el empresario, dirigente político y de fútbol habla de todas sus pasiones. Una infancia feliz con amigos, una fuerte inversión en empresas de distintos rubros y la obsesión por elegir a los mejores para llevarlas adelante. Se confiesa genuinamente orgulloso del proyecto educativo Arambé, que comenzó como algo familiar y del que ya muestra orgulloso los primeros egresados. Habla con pasión de la ganadería y de la constante búsqueda de jóvenes talentosos en cada emprendimiento. Cuenta cómo llegó a la política en la que trabaja muy intensamente y sobre su relación particular y cercana con el papa Francisco y Benjamin Netanyahu. Y, por supuesto, de su gran amor, el fútbol.


FUENTE: LA NACIÓN

ADS: Presidente. Te pido tres recuerdos de tu niñez que te parecen inolvidables…

–HC. Creo que son muchos más que tres. En nuestra época de niñez, nosotros los chicos de entonces éramos muy “cabezudos”. Nosotros vivíamos sobre Mariscal López a tres cuadras de Rep. Argentina en los tiempos en que Mariscal López era de tierra, luego fue empedrado, después fue asfaltado pero recuerdo que con amigos salíamos a jugar, a dar vueltas, hacíamos “cacería de tortolas”, agarrábamos los caballos. Llegar a Madame Lynch con animales, con caballos y burros que agarrábamos, era uno de los juegos. Jugábamos fútbol en todos los baldíos que había por ahí. Nosotros en nuestra época tuvimos una infancia mucha más intensa, mucha más abierta. Hoy está todo muy diferente, más ahora con el tema de la pandemia, ni hablar… Hay un millón de anécdotas hermosas. Éramos pocos en el barrio, realmente, en esa zona a 3 cuadras arriba de Rep. Argentina.

– Los amigos estaban siempre juntos.

–Recuerdo a los chicos de entonces, que éramos amigos, a Luis Argaña, “Lucho” Argaña, que vivían en la esquina. Recuerdo que jugábamos en esos lugares, cuando plantaron los árboles en Mcal. López que todavía están y pasaba regando el camión de la entonces Corposana, era una fiesta… Vivíamos con los otros chicos como en el campo, en plena Villa Morra ,una infancia hermosa realmente…

–En casi todos tus discursos vos recordás a tus padres ¿Te marcaron mucho ellos?

–Sí. Muchísimo, y no sólo a mí. Yo veo que papá, el abuelo “Pocholo” como le solíamos decir, marcó también a sus nietos. ¡Y mamá ni qué decir! Ella hasta ahora está siempre en nuestro recuerdo y en el de los nietos. Entre nosotros, era una “competencia” por a quién le quería más mamá, “peleábamos” con Sarah, con Jorge… Realmente nuestros padres fueron extraordinarios. Bueno, ¿quién no cree que tiene los mejores padres? Pero siempre digo que a nosotros, nuestros padres nos han dado todo lo mejor… Ellos apostaron con nosotros muy fuerte a la educación. Cuando cumplíamos 15 años, primero fue con mi difunta hermana María Mercedes, nos enviaban por tres meses a los Estados Unidos para que empecemos a aprender inglés básico, así fuimos. Y acá mamá era muy severa en el tema educación…

–Estricta con el estudio…

–Sí, nosotros nos iniciamos en el Colegio Goethe, mamá apretaba con el idioma, los estudios, hasta tuvimos profesora particular para apoyar. Era dura, pero realmente, gracias ellos no dejaron de exigirnos y sentimos que viven en eso.

–Mi “viejo” tenía un auto que yo de adolescente le “birlaba” de vez en cuando para dar una vueltita. Tu viejo tenía un avión. ¿Hay alguna anécdota que recuerdes de eso?

–Parece que te habrán contado algo. Una vez, yo tenía 16 años, ya me había recibido de piloto recién, yo comencé a los 14 a formarme como piloto… Esa vez, tomamos, agarramos un Cessna 182, recuerdo bien, la matrícula era Tango Fox trot Oscar. Invité a dos amigos: Necho Vargas y Emilio Matheu y fuimos a Misiones, a la estancia de Vargas y “dimos una vueltita”. Y fue un gran susto, porque no nos ubicaban, porque no estábamos en frecuencia y papá se enojó y se preocupó mucho y hasta le dijo a mamá entonces “voy a buscar los restos de tu hijo”. Y viniendo él con mi hermano Jorge en otro avión preguntó si estábamos en frecuencia y yo le respondí que sí… Un enojo enorme. Creo que papá no me habló por 6 meses más o menos porque fue un susto enorme…

–Las travesura juveniles son inimputables…

–Ahora decimos eso, pero entonces, fui muy “imputado” (risas).

PANDEMIA: UNA REVOLUCIÓN

–Hay una etapa que vivimos todos en este tiempo y que seguiremos viviendo, la pandemia, que podemos ver de dos formas diferentes: con dolor o recibiendo lecciones. ¿Qué lecciones te deja esta situación?

–Es una verdadera revolución porque hoy escuché que hay gente que duda de todo, de la vacuna, de todo… Pero más allá de esas dudas y reacciones, creo que la ciudadanía, en general, se ha comportado de una manera ejemplar. Demostramos que estamos preparados para enfrentar inclusive estos momentos duros, a pesar de las excepciones. No podemos olvidar que el presidente de la República, junto al ministro Giuzzio, fueron a visitar los hornos de la Senad en un momento, que era donde nos iban a cremar a todos, empezaron a hablar los gobernadores e intendentes de construir fosas comunes… Se instaló el miedo. Y hoy, ver a un chico de 4, 5 o 6 años andar con su zoom como una maletita, como forma de vida, impresiona… Modificó muchas cosas, hoy se puede abrir un restaurante, pero la gente no va, o va poco, vamos a ver cómo viene la cosa de ahora en adelante. De lo que estoy seguro es que algunos ganaron mucho dinero en esta situación, otros quebraron… Algunos se van a mantener, otros ya no… Creo que se van a replantear muchas cosas.

–Casi todo.

–Sí. Hoy, por ejemplo, estuve en la práctica del Club Libertad, mi querido club; fui a saludar al nuevo técnico y ahí conversamos con alguna gente. Ahí preguntaron ¿Usted cree que podremos jugar con público en poco tiempo? Y con el profesor Daniel Garnero decíamos ¿y si pasa como con los restaurantes en la cancha cuando se habilite para el público? ¿si la gente elige no ir por temor? Todo es ahora incertidumbre…

–Hay mucho de autocontrol, la gente se autolimita.

–Es que existe el temor lógico actual también. La gente, a través de los medios se entera de lo que pasa en todas partes, ahora hablamos de rebrote en Europa, de los problemas en muchos lugares. Y, al mismo tiempo, me doy cuenta de que la gente ya no quiere, ya no quiere volver a quedarse encerrada. Lo vemos en nuestros lugares como Encarnación, Villa Florida, San Ber, también lo vemos ahora en las playas argentinas, por ejemplo, en donde hay muchísima gente. Creo que esto tocó un límite, pero no sé cómo iremos a resolver esto.

–Y también, por otro lado, aquello de la sabiduría oriental de “crisis es igual a oportunidad” tuvo su importancia. Muchos jóvenes especialmente reformularon su vida laboral, crearon empresas adaptadas a esta época.

–De lo que no tengo dudas es de que para mí, oportunidad es una palabra “mágica”. Se puede ver claramente en los primeros egresados del colegio Arambé, cómo son esos chicos. Recuerdo que mi mamá en los primeros momentos del colegio iba a cocinar allá. Era algo pequeño, casi familiar. Y verlos hoy ya grandes, egresar, es muy emotivo y veo cómo han crecido en todo sentido, cómo han cambiado totalmente y están bien formados. Están entrando ahora a las empresas del grupo, pero no como una cosa de favor, sino por sus capacidades y aptitudes. Son “muy buena madera” que han aprovechado esa oportunidad.

LAS EMPRESAS

–Hablando de empresas, este año ha sido de crecimiento y nuevos desafíos en el grupo empresarial suyo, apostando a diversos rubros, desde el cemento, con Cecom; la energía con Enex y por su puesto HC Innovations y la farmacéutica.

–Si. Estos proyectos no nacieron con la pandemia pero no se detuvieron en la pandemia. Como grupo, nosotros estamos analizando siempre proyectos nuevos, les damos todo ese tiempo de análisis, de estudio previo de factibilidad cada vez que encaramos algo, pero no sólo ellos, se vienen nuevos proyectos muy buenos como los del frigorífico en Villa Hayes, un proyecto con la querida amiga y compañera Marys Llorens. Queremos hacer algo que sea de primerísima calidad, realmente de “primer mundo”.https://eb823a3482a0c6c672d4f985491ba7cd.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

–Un tema actual el de la carne.

–Sí, más allá de que se está hablando de oligopolio, etc., hubo un momento en el que los productores –yo me incluyo– nos sentimos muy golpeados en lo que respecta a la obtención de buenos precios ya que se sabe a qué precio vendían los frigoríficos, mientras el que pagaban a los productores estaba muy alejado de esa realidad. Realmente el dinero es muy bueno, hay que ganarlo, pero al productor hay que cuidarlo, pagarle lo que corresponde.

–Te noté siempre muy entusiasta con la producción pecuaria, además de los demás negocios, es como que te gusta mucho ese rubro.

–Realmente sí. Es lo que más me gusta. Y en ese rubro estoy admirado también de la capacidad de esos chicos jóvenes del interior, que estudian y se preparan, en ese rubro yo tengo en el campo a un muchacho que es tercer mejor egresado en la Universidad Nacional en Veterinaria y su hermano, un año menor, es medalla de oro. Son del interior, de San Pedro, de Rosario. Ver cómo trabajan con la nueva tecnología… Nosotros trajimos en termos embriones desde Argentina y de otros lugares, se ha evolucionado mucho y hay cosas muy apasionantes, los procedimientos como en el caso de una vaquilla, que vendría a ser, por decirlo así, una “soltera todavía”, que es muy buena genéticamente que ya le hicieron 7 aspiraciones, es decir, sus embriones, no se la preña, son cosas posibles gracias a la tecnología y sobre todo a la capacidad de los jóvenes formados. Ganadería y también los caballos criollos, de trabajo, no de carrera, son mis pasiones.

–No ha de ser fácil relacionarte con gerentes de diferentes rubros y también entender de cada cosa. ¿Es un esfuerzo?

–En realidad yo aprendo de ellos, tengo, se aprende. Creo que una de las grandes acertadas del grupo y ahí tiene mucho que ver mi hermana (Sarah), Juan Carlos López Moreira, Francisco Barriocanal, Osvaldo Salum, José Ortiz, es que siempre tuvimos como una máxima: buscar a los mejores para cada empresa. Esa es la línea en todas, buscar a los mejores. Por ejemplo, cuando hablamos con mi hermana del tema del rubro de la farmacia, ella fue la más entusiasta en invertir en ese rubro, dijimos primero hay que buscar a los mejores en el rubro… Y cuando se sale a buscar acá en el país, hay. Hoy