Exponen la cara oculta de Vierci

Exponen la cara oculta de Vierci

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Anoche, durante una emisión del programa Chocolate por la Noticia, por Lobo Station – Canal 13 de Tigo – se difundió un relato que abordaba “una historia poco conocida de Antonio J. Vierci.”

El programa, antes que describir al citado empresario bajo su perfil más difundido, mostró más bien a un hombre sin escrúpulos, vinculado a actividades comerciales ilegales y hasta hubo una sugerencia fuerte acerca de que podría recurrir al mundo delictivo para “no dejar cabos sueltos”.

El actor visible de la narración fue el ciudadano Ramón Vera Ferreira, de condición humilde, pero ensayando un histrionismo que necesitaba más pulido para hacer creíble su personaje de ser uno de los mayores importadores del país.

Su rol: actuar como pantalla para la importación de todo tipo de mercaderías y así encubrir a quien sería la verdadera dueña del “negocio”: una de las empresas del grupo Vierci.

La emisión tuvo varios segmentos, incluyendo varias “cámaras ocultas.

Citaba informes oficiales de la Dirección General de Aduanas, donde Ramón Vera Ferreira figuraba como uno de los grandes importadores del país a partir de los años 2002 y 2003.

Aparecía como dueño de la firma R. Vera Import Export y en el curso de un solo año hizo unos 18 trámites de importación, a un promedio de unos 280.000 dólares cada uno.

Había importado mercaderías por millones de dólares en una variedad de productos que asombrarían a cualquiera. CD’s, teléfonos celulares, productos de bellezas, cámaras digitales, ropas sintéticas, zapatos, amplificadores, jugos de frutas, prendas de vestir, y otra serie interminable de productos formaban partes de las importaciones de Ramón Vera Ferreira.

Era como para suponer que se trataba de uno de los hombres más ricos del país.

Cuando cayó en desgracia, el gremio de importadores ni se dio por aludido ante la situación el “colega” caído en desgracia.

Claro, las multimillonarias cargas que Ramón Vera Ferreira importaba habitualmente, eran solo una pantalla que ocultaba su verdadero nivel de vida, que se balanceaba entre la pobreza y la miseria.
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Bastó un pantallazo de la modesta vivienda en que fue detenido (una zona casi marginal de Luque) para percatarse de la escasa prosperidad lograda por Ramón Vera Ferreira en el negocio de las importaciones. Vivía en la indigencia total.

Los números sirven como botón de muestra. Todas las millonarias importaciones que hizo solo le reportaron una ganancia de 12 millones de guaraníes.

2
TROPEZÓN

Tras algunas maniobras que llamaron la atención del Ministerio de Industria y Comercio, el ex fiscal de marcas Amilcar Ayala lo procesó por las supuesta producción de documentos públicos de contenido falso.

Ocurrió que para una importación de CD’s, Vera Ferreira presentó facturas de la firma Starcom Trading Limited, de Uruguay.

Pero un informe oficial de la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior de ese país reveló que Starcom Trading no existía en los registros de empresas uruguayas. Tampoco figuraba en la Direccion General de Aduanas del Uruguay y la dirección de Montevideo correspondía a un estudio contable.

Y un dato más contundente: en el Uruguay no se registra movimiento de importación o exportación de la firma Starcom Trading a ningún país. Y el contenedor cuyo despacho fue declarado por Ramón Vera Ferreira jamás entró, ni salió del territorio uruguayo.

PARAGUAY

En las direcciones declaradas por Ramón Vera Ferreira en nuestro país, las inexactitudes también eran la constante. En la inscripción de su empresa en el Registro Único de Contribuyentes, Ramón Vera Ferreira dio como domicilio 12 Proyectadas casi Paraguarí, barrio Obrero, Asunción.

En el Registro de Firmas de Importadores de Aduanas, dio la dirección Coronel Oviedo casi San Martin, en Luque, con un teléfono 648011.

En su patente municipal en la Municipalidad de Ñemby dio una tercera dirección: Ruta Ñemby esquina José Asunción Flores. Nadie conocía a Ramón Vera Ferreira en ninguna de estas direcciones.

El primer rastro más o menos viable fue el número de teléfono de Luque, el 641327. Pero la persona que atendió la llamada solo respondió de manera evasiva que Ramón Vera Ferreira Supuestamente estaba de viaje.
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PISTA

Cuando Ramón Vera Ferreira fue procesado por el ex fiscal Amilcar Ayala logró evadir el embate gracias a una póliza de G 300.000.000 de la firma Fénix S.A. de Seguros, tomada a su favor por Juan Evangelista Villalba, un empresario que dio como domicilio la calle Piribebuy casi Pa’i Pérez, oficina 303, de Ciudad del Este.

En realidad, Ramón Vera Ferreira era un simple presta nombre de algún personaje influyente a cambio de alguna compensación económica. Y atando cabos a través de datos, nombres y empresas vinculantes, todos los caminos concluían en Antonio J. Vierci

Por ejemplo, la póliza emitida por Fénix S.A de Seguros coincidentemente tenía como unos de sus directores titulares a Antonio J. Vierci.

El tomador de la póliza -Juan Evangelista Villalba – es un empresario de Ciudad del Este familiarizado también con el negocio de los CD’s.

Las empresas de Juan Evangelista Villalba, El Cedro Import Export, a su vez tiene relaciones comerciales con la firma DICSA integrante del Holding Vierci, justamente a través del negocio de los CD’s.

En cuando a los vínculos de DICSA con Antonio J. Vierci, además de espacios publicitarios de público conocimiento, hay nombres emblemáticos que no dejan lugar a dudas. Manuel Giménez Melgarejo, quien asumió como director titular de DICSA el 10 de noviembre del 2003, fue gerente de A. J. Vierci.

El mismo caso se repite con Fernado Alberto Castllo Gill, también director general de DICSA desde el 10 de noviembre del 2003, e igualmente ex gerente de A. J. Vierci en la firma Laser Import.

Haciendo recorrido de ida y vuelta de todos estos nombres, datos y curiosas conexiones no parece haber dudas de los hilos que unen a Antonio J. Vierci y Ramón Vera Ferreira.

EL MIEDO

Si la condición de importador de Ramón Vera Ferreira tenía perfiles pintorescos, los argumentos de su abogado defensor, Carlos González Ojeda, no se quedaron atrás.

Con el asesoramiento de este abogado, Ramón Vera Ferreira declaró ante el juez de garantías Pedro Darío Portillo, que carece absolutamente de bienes. Que solo llegó hasta el sexto grado, que tiene cinco hijos y una concubina a quienes mantener, y que su ingreso mensual era de apenas 800.000 guaraníes.

Sin embargo, el mismo abogado Carlos González Ojeda, pide en otro documento que se le restituya a Ramón Vera Ferreira el cargamento de CD’s. incautados, argumentando que de no hacerlo se le provocaría a su cliente pérdidas multimillonarias.

Se destacaba claramente un caso único que congeniaba dos realidades totalmente opuestas en una misma persona: era indigente y millonario a la vez.

Buscando la respuesta de cómo el abogado se constituyó en defensor de Vera Ferreira, la respuesta surgió de una manera inesperada. Una productora de TV logró ubicar el escondite de Ramón Vera Ferreira y entró en confianza con él. Y con una cámara oculta fue haciendo el resto.

Y apareció el primer nombre: Teodoro Valinotti, la persona que reclutó a Ramón Vera Ferreira para utilizarlo en un negocio que le reportó más dolores de cabeza que beneficios.

3
LA CONFESIÓN

Las sucesivas cámaras ocultas fueron aportando revelaciones sobre el trasfondo de la cuestión, hasta que confesó abiertamente su papel de modesto testaferro en el rubro de las importaciones.

Inicialmente, el exclusivo bufete integrado por Fernando Casañas Levi, José Enrique Garcia, Alvaro Arias y Rodolfo Anibal Gubetich Mojoli asumió su defensa, aunque luego pasó nuevamente a Carlos González.

En algún momento, este le propuso a Vera Ferreira que se mudara a Pedro Juan Caballero, pero el afectado declinó la propuesta porque se le apareció en mente el método de “quema de archivos”.

Terminó viviendo en un inquilinato en Asunción.

En el último comentario, Vera Ferreira declara en relación a un cargamento de CD’s que cayó en manos de las autoridades: “¡Y el abogado ese me dijo: ‘Aká guasu Antonio Vierci cargamento péa'”.LN