Un caso de entierro que llamó la atención de toda la ciudadanía de Minga Guazú fue lo ocurrido con una familia que, terminado el novenario, se disponía a llevar la cruz de su difunto Wilson Careaga, hasta el lugar donde le dieron cristiana sepultura el pasado lunes 24 de octubre. Llegaron al campo santo de la comunidad minguera, y se dieron cuenta que sobre el cajón del mismo, ¡ya se encontraba otro muerto!
Los familiares habían depositado a su muerto bajo la tierra porque no contaban con un panteón, sin embargo, el sepulturero sin darse cuenta, volvió ra’e a cavar sobre el mismo ataúd donde colocó al otro difunto.
El hecho salió a la luz gracias a la torrencial lluvia que se llevó todo lo que tenía a su paso, entre ellos una gran cantidad de tierra que cubría a los dos cajones.cronica