EN CDE MATANZA 3 MORTOS COM 9 FACADAS CADA

Matanza tras juego de billar en el Este
CIUDAD DEL ESTE. El dueño de una despensa, su esposa y un cliente fueron encontrados asesinados con más de nueve puñaladas cada uno.
   
Un policía inspecciona el lugar del crimen. / Mariana Ladaga, ABC Color
Ocurrió este domingo, alrededor de las 08:00, en el establecimiento “Comercial Morais” en Villarcué, a 16 kilómetros del centro urbano del distrito de Itakyry, al norte del Alto Paraná. Según testigos, en el lugar hubo una discusión entre participantes de un juego de billar. Uno de ellos tomó un machetillo y mató a todos los presentes.
Fallecieron Víctor Ramón Franco Insfrán, de 34 años, comerciante; su pareja, Lindacir Critt, brasileña; y Edemar Pers, brasileño, de 64 años, vecino del lugar. Cada uno de ellos presentaba entre nueve y diez profundas heridas producidas por un machetillo.
Está siendo buscado como supuesto autor José Venialgo, domiciliado a dos kilómetros de la despensa y cuya vivienda ya fue allanada.
En el caso intervinieron agentes de la Comisaría de Itakyry, a cargo del comisario Humberto Galeano; además de la fiscala interina de Minga Pora, Estela Ramítez, y agentes de Investigación de Delitos y Criminalística de la Policía Nacional.
Según dijeron vecinos y testigos, el sábado por la noche la mayoría de los moradores de la región se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas y jugando billar en la despensa. Pasadas las horas, todos se fueron retirando, hasta quedar Edemar y Venialgo, además del dueño del establecimiento, mientras su esposa se había acostado.
Acorde a los datos que maneja la Policía, Edemar y Venialgo discutieron. Este último salió y retornó a bordo de una moto, acompañado de un hombre que aún no fue identificado. Al volver, el dueño de la despensa habría intentado impedirle el ingreso, por lo que el supuesto autor tomó un machetillo y arremetió contra él, para luego asesinar del mismo modo a Edemar y a la mujer, que intentó defenderse.
Por la tarde, con disposición judicial, policías allanaron la casa de Venialgo, requisando un par de calzados deportivos. Los cuerpos de la pareja fallecida fueron entregados a familiares, mientras que los restos del brasileño se los dieron al hombre con quien trabajaba, en una chacra