El empresariado propone seguir el proyecto exitoso que vive el país

En una reunión de trabajo entre empresarios y el ministro de Industria y Comercio, los repre­sentantes del sector privado observaron el buen momento en que está el país. En el balance que realizaron coinci­dieron en que la economía paraguaya está bien y que logró blindarse del momento electoral.

Encontraron que la actividad económica, a pesar de las cuestiones políticas y sociales que vivió el país entre marzo y abril, sigue con los indicadores positivos. También se coincidió en que la mayoría de las empresas tuvo aumentos en las ventas entre el 15% y el 20%, a lo que se suman los buenos resul­tados obtenidos en el primer semestre del presente año.

Los empresarios pidieron al secretario de Estado que los proyectos y realizaciones positivas de este Gobierno tengan continui­dad en la próxima administración guber­namental. Que se haga una agenda para los próximos gobernantes a fin de que prosi­gan esos proyectos positivos. Que las cosas que se hacen bien se conviertan en política de Estado y tengan su continuación con el gobierno que salga de las urnas en las próxi­mas elecciones del 22 de abril del 2018.

Las observaciones y el pedido surgieron de uno de los sectores más lúcidos del esta­mento empresarial del país, la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP). Se basan en un razonamiento simple como fun­damental. Todo lo que se ha hecho bien durante este gobierno no se debe truncar, sino más bien hay que continuarlo, corri­giendo incluso los errores que se pudieron haber cometido.

La petición surge precisamente de la nece­sidad de asegurar que todo lo realizado en este período gubernamental no termine por la desidia o el desinterés de los que puedan venir en el 2018. Que los frutos del trabajo que todo el país ha realizado bajo la batuta del actual gobierno sigan para garantizar el progreso que se ha alcanzado y puedan continuar con nuevos logros.

Esta visión de los hombres de negocio del país, que son los que día a día están traba­jando en los diversos ámbitos, invirtiendo dinero, dirigiendo proyectos y nuevas rea­lizaciones, proporcionado empleos a miles de personas y pagando los impuestos que sustentan la estructura del Estado, no es una mirada cualquiera. Es precisamente el ojo certero de la fuerza viva, del motor que mueve todos los engranajes de la vida eco­nómica y conoce con precisión los palpita­res de la gran comunidad nacional.

Pero aparte de que el pedido de continuar el proyecto es perfectamente entendible por los logros alcanzados, lo importante es que lo hacen aquellos que son los prin­cipales protagonistas de la producción, la industria, el comercio, las finanzas y los servicios. Los que, juntamente con sus tra­bajadores, están haciendo el país desde los distintos sectores de la vida nacional. No son los politiqueros ni los protagonistas de falsos liderazgos, que no construyeron ni construyen nada y que solo quieren pescar en río revuelto.

El sentir de estos hombres de empresa sig­nifica, en términos prácticos, seguir con la estabilidad económica, que se maquinice Añá Cua para tener más energía, que conti­núen viniendo más inversionistas a traba­jar en el país e impulsen la vida económica, que los sectores sociales carenciados sigan teniendo Tekoporã y pensión para adultos mayores, que Senavitat prosiga habilitando más viviendas, que el Indert continúe entregando lotes a los sintierras, que ten­gan continuidad las inversiones en infraes­tructura como está haciendo el MOPC, que prosiga la inversión educativa al fuerte ritmo que ha estado haciendo esta adminis­tración en estos últimos cuatro años.

La preocupación de los empresarios de dar continuidad al proyecto progresista más allá de este período presidencial merece ser tenida en cuenta. Sobre todo, para que más allá de la política y de las personas, el Para­guay continúe en buena marcha, y se siga administrando con los mismos aciertos con que se ha hecho hasta ahora.LA NACION

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