El desprestigio-descrédito profesional

El desprestigio-descrédito profesional
Hace 5 horas
style=”text-align: justify”>Por Natalio Rubinsztein
style=”text-align: justify”>Socio de BDO AUDITORES CONSULTORES
Un tema que si bien no es nuevo, en los últimos tiempos ciertamente ha recrudecido. Y decimos esto como consecuencia de todo lo que vemos a diario.

Así las cosas, el concepto generalizado es que los abogados no actúan profesionalmente de modo correcto, sea en el nivel en que fuere, atendiendo en sus estudios profesionales, asesorando, siendo patrocinadores en un juicio, como funcionarios del Poder Judicial, etc.

El otro concepto generalizado es que los contadores se encuentran siempre dispuestos a fraguar las declaraciones juradas impositivas, asesorando para que los clientes no formalicen sus actividades (sigan operando en “negro”) y concluyendo en sus auditorías que todo está en orden cuando no es así.

Si hablamos de los inspectores de los organismos de Administración Fiscal, el concepto generalizado es que se hacen presentes en una actividad o negocio, buscando descubrir algo de modo que mediante un hecho no ético aparezca en su informe que nada se ha hallado, cuando en verdad es que hay una buena partida de temas de incumplimientos sobre los cuales, aparte de los impuestos no ingresados, habría que adicionarle multas, recargos, etc. Y reciben un reconocimiento por no informar la verdadera situación hallada.

En relación con los profesionales en Medicina, el tema no varía en demasía, ya que se dice de ellos que recetan lo que no corresponde, siempre están “arreglados” para ello con la farmacia o droguería tal, y hasta programan cesáreas innecesarias de modo de incrementar sus honorarios y los de todos los que participan (asistentes, instrumentistas, anestesistas, etc.)

También si consideramos a todas las Agencias o Entidades que hacen encuestas sobre temas políticos nos encontramos con que la opinión generalizada es que los resultados siempre dan un “sesgo”, un indicio para favorecer determinado tal o cual candidato, casualmente del mismo grupo político que requirió el servicio a la encuestadora.

Los resultados de análisis clínicos de laboratorios de primer orden en nuestro país y hasta reconocidos internacionalmente y con aprobación o “certificación” de calidad internacional (siguiendo las exigencias más estrictas) son descartados y desacreditados, ya que se hace correr el rumor que las muestras tomadas, como los procedimientos seguidos no resultan confiables.

El cuestionamiento que debemos realizar es si corresponde tamaño descreimiento y qué es lo que genera este estado de cosas. ¿Será que todos los profesionales actuamos siempre así? Y si así fuere ¿Cómo se explica la importante cantidad de compatriotas de excelente preparación y gestión profesional que nos representan en el primer peldaño de la excelencia en el exterior y hasta en distintos continentes? ¿Cómo es posible que no exista gente confiable y que incluso a menudo queramos describir la situación expresando que “nadie ni sirve luego”, como si la doble negación del modismo pudiere darle más fuerza aun a la expresión de desencanto?

¿Qué es lo que nos lleva y nos ha llevado a ello? Probablemente las innumerables veces en que nos han engañado, en que creímos en algo que finalmente se dio de otro modo, por cierto indeseable, absolutamente inesperado. Donde confiábamos y nos decepcionaron.

O será que en verdad sabemos que llegado el caso, también todos y cada uno de nosotros estaríamos a punto de dejarnos tentar grandemente y en la disyuntiva de incurrir en algo no ético ni moral (provenga la situación de donde proviniere). Nos sabemos no tan pulcros ni rectos y por eso pensamos que el prójimo tampoco lo es. Entiendo que antes de recriminar al tercero, debiéramos empezar por nuestro conocimiento y examen interior. Una especie de “autopsia” del comportamiento.

Finalmente, cuando incurrimos en algo no ético o moral, aunque estemos absolutamente solos y creamos que nadie nos ha mirado ni visto y ni siquiera se puede enterar de ello, es bueno saber que –aparte de nosotros– sin lugar a dudas quien al instante ha tomado conocimiento del hecho es EL CREADOR.