Crímenes de Cecilia Cubas y Gilda Vargas entre los más desafiantes para forenses

Pablo Lemir, director de Medicina Forense del Ministerio Público, calificó los crímenes de Cecilia Cubas, Gilga Vargas y los supuestamente perpetrados por el Soldado Israelí como los más desafiantes para el área, en nuestro país. El funcionario de la Fiscalía detalló cada uno de los casos.

Durante una entrevista realizada en el programa Algo Anda Mal (AAM), emitido por Telefuturo, el médico forense explicó los detalles de estos tres casos, a los que considera como los más difíciles que le tocó esclarecer durante su carrera.

En el caso de Cecilia Cubas, secuestrada y asesinada por los fundadores del EPP, el profesional detalló que había elementos contradictorios para determinar los detalles de su muerte.

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“Fue muy desafiante por tener que ingresar en el túnel y desenterrar. Pero lo más desafiante para criminalística era determinar algunas incongruencias”, recordó.

Por una lado las evidencias apuntaban a que la víctima primero fue asesinada y luego enterrada, pero por el otro afirmaban que aún estaba con vida cuando la metieron en la fosa, hipótesis que cobró más fuerza.

Estas confusiones se aclararon dos años y medio después cuando se utilizó una nueva tecnología avanzada que llegó desde el exterior. Se pudo estudiar el cabello de Cecilia para luego determinar que la joven fue sedada y que por eso no se resistió cuando la enterraron.

Cecilia Cubas Gusinky, fue secuestrada el 21 de setiembre del 2004 y hallada muerta el 16 de febrero del año siguiente. La joven fue enterrada viva por sus captores en una fosa hecha en la casa del barrio Mbocajaty, de la ciudad de Ñemby.

Gilda Vargas

Otro de los casos que mencionó Lemir, fue el de Gilda Vargas, secuestrada en el 2003 y cuyos restos se hallaron recién 8 años después.

“A Gilda Vargas la identificamos por un tornillo. Cada pieza de prótesis que uno tenga tiene un código serial único. A Cecilia la reconocimos por las prótesis de mamas, por los números seriales que coinciden con su historia clínica”, detalló.

La empresaria tenía incrustado el metal, producto de una operación debido a una fractura en un miembro inferior.

Gilda Estela Vargas fue secuestrada el 28 de agosto del 2003 y sus restos fueron encontrados en febrero del 2011 en una vivienda de la ciudad de San Antonio.

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Allí vivía Robert Sanabria, quien se desempeñaba como guardia de seguridad del barrio privado Las Colinas del Yacht y Golf Club Paraguayo, donde vivía la empresaria gastronómica. El hombre fue a la cárcel, donde días antes de enfrentar el juicio oral y público por el crimen fue asesinado.

La banda de secuestradores era liderada por Cristian Carro Córdoba, condenado en el vecino país por el secuestro de Cristhian Schaerer.

Soldado Isrraelí

Por último, Pablo Lemir hizo referencia al primer caso que involucra a Agustín Martínez, alias “Soldado Israelí”. El hombre enfrentó un proceso por el supuesto asesinato del político carapegüeño Ricardo Cabello y de sus empleados Hilario Marecos y Alberto Medina, y la posterior incineración de los cuerpos en un horno de carbón.

El triple homicidio se había producido en el 2009 en la compañía Isla Alta, de Ybycuí, Departamento de Paraguarí. El hombre recuperó su libertad en el 2015 tras recurrir a un habeas corpus reparador.

El director de Medicina Forense del Ministerio Público relató que el hombre buscó llevar por otros rumbos la investigación, pero finalmente se llegó hasta un horno en el que se hallaron los tres cuerpos.

“Los investigadores llegan hasta un horno en donde se ve un lente. Luego se encuentran cenizas que corresponden a los tres fallecidos. Encontramos anillos y vértebras. La identificación fue por accesorios como los anillos, no había rastros de ADN por causa del fuego”, detalló.

Para Lemir, este caso fue un desafío ya que el haber incinerado los cuerpos en un horno eliminó los indicios del crimen casi en su totalidad.

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“Llegamos a la causa de muerte por una vértebra manchada que correspondía a sublimación por arma de fuego. La bala pasó al estado gaseoso y la prueba balística es imposible. A él se lo había agarrado y conducía a los investigadores hacia otro lado”, dijo.

El investigador explicó que el modus operandi de los responsables de este triple homicidio fue lo suficientemente eficiente para que sean condenados, pero finalmente Soldado Israelí estuvo seis años preso pero sin ser condenado y luego liberado por falta evidencias, según la justicia paraguaya.

Agustín Martínez ahora está sospechado de haber asesinado, incinerado y enterrado al abogado Lucilo Nicolás Cardozo. Actualmente se analiza si los restos encontrados en Yaguarón, Departamento de Paraguarí, corresponden al profesional.
UH