Consejos financieros para una saludable relación de pareja

Consejos financieros para una saludable relación de pareja

Uno de los temas de discusión más importantes dentro de la pareja es el manejo del dinero. Sea que los dos trabajen fuera o que uno se quede en casa, tener claro cómo se va a manejar la administración del dinero de forma conjunta es muy importante. Muchas personas piensan que no se debe mezclar amor con dinero, pero en el caso de una relación sólida y que planea crecer con el tiempo, es importante dejar este asunto claro para evitar malos entendidos dolorosos.

Desde Superarte, organización experta en finanzas personales, señalan que uno de los mayores errores que comenten las parejas es echarse en cara cómo manejan el dinero, como por ejemplo “Yo soy el que trae el dinero a casa”, “Sale de mi bolsillo”, “No valoras el dinero porque no lo traes”, “Yo aporto más, entonces yo decido”, “Me mato trabajando para ustedes”. “Estas frases son muy hirientes dentro de una discusión porque están marcando una diferencia importante entre uno y otro otorgándole cierto poder al que más ‘aporta’”.

En la pareja deben recordar que son un ‘equipo’ y como equipo cada uno tiene su papel y cada uno aporta de manera diferente. Ambos aportes deben complementarse,” señala la Psicóloga Daisy Abente, Directora de Superarte.

“Sigue siendo un tema tabú y es motivo frecuente de discusiones en una pareja, familia, amigos e incluso dentro de las empresas”, señala. Saber dialogar, manejar y hacer trabajar el dinero son aspectos necesarios en la vida personal. En la medida que más sepa manejar la relación dinero-personas, tendremos mayores posibilidades de que el dinero no se convierta en un problema, sino que signifique un recurso válido para lograr cualquier proyecto propuesto, agrega.

“Suele suceder que dentro de la pareja no se ponen de acuerdo en cómo van a realizar los gastos, él quiere una cosa y ella otra. Deberían de consensuar los gastos necesarios para la casa y la familia, y luego empezar a planificar los deseos y gustos que quisieran realizar”, aconseja.

La profesional recomienda que en todas las parejas, los grandes gastos debieran realizarse tras conversaciones previas en las que los dos aporten su opinión para llegar a una decisión conjunta. Y siempre debería quedar claro que, aunque haya uno que no aporte un sueldo concreto a la casa, está ahorrando dinero a la economía familiar con su esfuerzo y desarrollando un trabajo en el hogar que merecería un sueldo.

Con el fin de mejorar y mantener una saludable relación sentimental y económica, la experta en finanzas personales sugirió enfocarse en la comunicación y el diálogo. “El dialogo franco es importante para poner en la mesa todos los aspectos que los involucrados consideran importantes para sentirse lo más cómodos posibles y solucionar problemas a corto plazo, con el fin de no derivar a un inconveniente mayor y generar ruptura en la pareja”, dijo.

Por su parte, la economista Adriana Bock, también Directora de Superarte, indica estas recomendaciones: Delimitar metas en común: ¿qué, cuándo, cuánto? Llegar a un acuerdo sobre la distribución de gastos del hogar. Definir roles: proveedor/administrador. Acuerdo sobre gastos personales. Balance mensual, establecer cuentas claras. Ante todo, la honestidad, confianza y sinceridad. No sobre-proteger a la pareja, fomentando la irresponsabilidad. No pretender complacer en todo a la pareja sobrepasando las posibilidades reales. Saber pedir y ofrecer ayuda, antes que esperar que el otro adivine lo que necesito y luego reprocharle por no hacerlo. Respeto a la privacidad de la pareja: no comentar temas de la pareja con terceros

Conversar sobre dinero sin discutir es la primera lección que deberían aprender todas las parejas. Para lograrlo hay que seguir tres normas básicas explica la Lic. Daisy: Hablar siempre en primera persona de nuestras expectativas, pero sin criticar ni recriminar al otro. Mantener un tono cordial sin alterarnos. Y si no podemos conseguirlo, dejar la conversación para cuando estemos más calmados. Hay que saber de cuánto dinero disponemos, cuánto nos podemos gastar, en qué cosas, quién va a llevar las cuentas y quién va a controlar el papeleo de la entidad financiera.