Consecuencias económicas se verán recién en el 2016

Por Armando Giménez Larrosa
LA NACION
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En los últimos meses, Paraguay presentó debilidades en su economía, lo que desaceleró su crecimiento para este 2015, a raíz de varios factores. Con un Brasil en caída, Argentina con la misma condición para el año que viene, y un entorno mundial expectante, Paraguay no queda exento de los impactos, aunque igual es el más dinámico de la región, según el Banco Central del Paraguay (BCP).
En ese sentido, a través de una entrevista con medios impresos, el presidente del BCP, Carlos Fernández Valdovinos, explicó que el sistema financiero recién sentirá los impactos actuales en el 2016.
“El sector financiero se encuentra en la transición, pues siempre a este sector el impacto le llega un poco después de lo que es la economía real, en el sentido de que las condiciones en la economía real se deterioran primero y después tienen sus efectos en el financiero. Por ejemplo, se cayó 40% la soja en el 2014, y su repercusión se dio recién este 2015. Ahora, lo que está pasando con el sector ganadero, va a tener su repercusión en el 2016”, dijo.
Señaló que el próximo año será muy similar a este, por lo que las consecuencias del 2015 se sentirán recién en el 2016 y en el 2017. Pero, con esto, hay una satisfacción de que el sector financiero tiene una capitalización muy fuerte, suficientemente alto para absorber cualquier tipo de pérdidas que puedan haber, aclaró el titular de la banca matriz.
En ese sentido, el titular del BCP señaló que la entidad monetaria fue proactiva, en el sentido de que flexibilizó el pago de deuda a algunos sectores, cuyas situaciones se veían afectadas por el debilitamiento sistemático de sus carteras, para que no afecten al sistema financiero. Fue a través de resoluciones para el sector agro y ahora al ganadero, que son afectados por factores exógenos, indicó.
MOROSIDAD
En cuanto a la morosidad que cerró el mes pasado a 2,74%, Fernández Valdovinos dijo que es normal que suba, ya que no se pretende que se mantengan en los mismos niveles que se situaron cuando la economía pasaba por su mejor momento.
En ese periodo, la tasa de incobrabilidad llegaba a un poco más de 1%. “Tampoco esta cifra actual está para asustarnos, ya que no son niveles que no puedan manejar el sector financiero”, especificó.
Acotó que tiene que subir en la actualidad, ya que se está en la parte baja del ciclo, pero lo importante es que no sube a 7% o a 10%. “Algunos sectores presentan más, pero en el promedio, el sistema bancario con 2,74% de sobra lo maneja”, resaltó.