CASONA DE LÓPEZ: “Se escucha gente que pelea con espadas”

Ruidos extraños, personas subiendo y bajando escaleras, el sonido de peleas con espadas, mujeres vestidas de la época. Eso y mucho más es lo que se escucha ndaje en la antigua Casa López, ubicada en el predio del Jardín Botánico y Zoológico de Asunción, en la zona de Trinidad. El lugar que guarda rica historia, también tiene sus secretos he’i.

Aunque hay preguntas que quedarán sin respuesta. Lo cierto es que varios trabajadores del Botánico ya presenciaron los movimientos extraños de los que siempre se escucha hablar.

Uno de ellos, don Mariano Ruiz Díaz (58), contó que durante 19 años trabaja allí como guardaparques y ya vio con sus propios ojos situaciones paranormales en la que fue casa de don Carlos Antonio López, primer presidente constitucional del Paraguay. Pero no solo ahí, dentro de todo el predio se suelen dar cosas raras.

“En la casa alta (Casa López) se suelen escuchar ruidos extraños mientras nadie está. Yo al menos ya presencié. Cuando el tiempo está así (nublado y lluvioso) es que empiezan los ruidos, y más de noche”, relató don Ruiz Díaz.

“En la casa ya escuché ruido de gente que sube y baja las escaleras, también ruidos de personas que pelean con espadas”, siguió.

Explicó que personalmente a él ya se le apareció una mujer vestida con ropa de la época. “A mí y a otros compañeros ya se nos apareció. Calculamos que es Juana Pabla (Carrillo, en vida esposa de don Carlos Antonio López)”, omombe’u el guardaparques mientras en su rostro podíamos notar la normalidad con la que tomaba la sitú. Aseguró que no hay que tenerle miedo ni hacerle caso, porque ellos “no te hacen nada”.

Malavisión y el Pombéro salen de noche

El Pombéro y la Malavisión también rondan por la reserva natural, según lo confirmó don Ruiz Díaz. De noche suelen escuchar un silbido. “Péa la Malavisión hína (ese es Malavisión)”, cuenta.

“Silba fuerte, es diferente luego”, siguió. Comentó que hasta a los drogadictos que rondan por la zona les hace correr eso. Además, una vez ya le siguió a él el famoso “duende de la noche”.

“El Pombéro es ese y para no decir su nombre porque según los dichos no hay que nombrarle a él, le decimos Quili’ito”, relató.

cronica