Seguro que tú también has deseado alguna vez tener un cuerpo como el de las modelos. La sociedad, la moda y la publicidad nos han inculcado el prototipo 90-60-90, pero ¿realmente ese es el cuerpo perfecto?
Un estudio de la Universidad de Texas ha revelado que en realidad estas medidas no corresponden al cuerpo idílico. A parte de evaluar las proporciones y medidas corporales, también se tuvieron en cuenta las medidas del rostro, el pelo, la edad, etc. La conclusión fue que el cuerpo ideal no tiene nada que ver con los estereotipos a los que estamos acostumbrados. El promedio extraído del estudio apunta que Kelly Brook es la elegida como musa del cuerpo perfecto.
De esta manera, la belleza natural ha desbancado a la artificial, y los cuerpos escombro han sido relevados por los cuerpos con curvas. La modelo y actriz de 34 años cuenta con unas medidas 99-63-91, un prototipo mucho más similar al de la mayoría de mujeres, aunque algunos se recreen en llamar “rellenito”.
Una belleza real que siempre ha huido de la tendencia de modelar su cuerpo con falsificado. Y es que ella ensalza el modelo de mujer sexy de los años 50 y solo aspira a ser una mujer natural y feliz. Kelly cuenta con una figura reloj de arena perfecta, sin el uso de silicona, una rizada melena castaña natural, y con el prototipo de cara perfecta según el Doctor Ben Jones de la Universidad Aberdeen, una cara infantil con ojos grandes.
Su cuerpo ha sido imitado en cuantiosas clínicas de cirugía estética. Muchas mujeres desean tener sus pechos, que ella luce sin silicona, y también su cintura y caderas. Pero a parte del cuerpo perfecto, tiene una cosa aún más importante y que la hace realmente más bella; seguridad en sí misma.
El arma más poderosa de una mujer. Así que no dejes que nadie arrebate tu confianza, ni tú misma lo hagas, es lo más valioso que tienes y lo que hará que triunfes. Levántate cada día pensando en la maravillosa mujer que eres y con el propósito de conseguir todas las metas que te hayas marcado. Mírate al espejo y expresa en voz alta lo guapa que te sientes hoy, recuerda que así como te veas tú, te verán los demás. Pero sobre todo, no olvides que no estamos hechos para gustar a los demás, sino a nosotros mismos.
Aunque las estadísticas moldeen un cuerpo perfecto, las comparaciones son odiosas. No debes caer en esta trampa, no te compares con nadie, ni intentes alcanzar un ideal de belleza que otros han propuesto. No existen dos personas iguales en el mundo, por eso sería una contradicción sentirte inferior a nadie. Y no olvides que no debes querer ser una persona perfecta, sino creer en la perfección que supone ser una persona imperfecta.
