En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, que se conmemora cada 9 de agosto, recuerdan que alrededor de 200 grupos de pueblos indígenas viven actualmente en aislamiento voluntario y contacto inicial. Residen en bosques remotos ricos en recursos naturales en Bolivia, Brasil, Paraguay, Colombia, Ecuador, India, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Perú y Venezuela.
Eligen vivir separados del resto del mundo y sus modelos de movilidad les permite dedicarse a la caza – recolección, preservando así sus culturas y lenguas. Estos Pueblos tienen una estricta dependencia con su entorno ecológico. Cualquier cambio en su hábitat natural puede perjudicar tanto la sobrevivencia de los miembros individuales como del grupo en su totalidad.
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP) afirma los derechos de los Pueblos Indígenas a la libre determinación.
En virtud de ese derecho, los Pueblos Indígenas, incluidos aquellos en aislamiento voluntario y contacto inicial, determinan libremente su condición política y persiguen su desarrollo económico, social y cultural, y tienen derecho a la autonomía o al autogobierno en sus asuntos internos y locales (artículos 3 y 4).
Además, la UNDRIP consagra el derecho a la vida, la integridad física, la libertad y la seguridad de la persona, el derecho colectivo a vivir en libertad, paz y seguridad (art.7) y el derecho a no ser sometido a asimilación forzada o destrucción de su cultura (art.8). [1]
Amenazas a su supervivencia
A pesar de su derecho a la autonomía, los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial enfrentan desafíos únicos que el mundo circundante a menudo pasa por alto. La globalización está impulsando un crecimiento económico y un avance tecnológico significativos, pero también está desestabilizando la sostenibilidad ambiental y la equidad social.
El desarrollo de la agricultura, la minería, el turismo y los recursos naturales en sus territorios está dando como resultado la deforestación de franjas de bosques de los Pueblos Indígenas, alterando su forma de vida y destruyendo el entorno natural que han protegido durante generaciones.
Avances para reconocer y proteger los derechos
En algunos casos, los derechos de los Pueblos Indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial han sido reconocidos y consagrados en la legislación. Las directrices de protección para los Pueblos Indígenas en aislamiento y en contacto inicial de la región Amazónica y el Gran Chaco resaltan la necesidad de garantizar la autodeterminación, la protección de sus tierras, territorios y recursos, y los principios de consentimiento libre, previo e informado para los Pueblos afectados.
Los pueblos indígenas restantes en aislamiento voluntario y contacto inicial se encuentran entre los pocos Pueblos Indígenas del mundo que han evitado los efectos devastadores del colonialismo y las fuerzas del mercado.
Dadas las amenazas existenciales que enfrentan actualmente debido a la interferencia externa, garantizar una protección especial para sus derechos colectivos y asegurar demarcaciones territoriales claras es esencial para mantener su forma de vida y permitirles continuar viviendo sin ser molestados por los daños destructivos de la sociedad contemporánea.
Los Pueblos Indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial son los mejores protectores del bosque, donde se protegen sus derechos colectivos a las tierras y territorios, los bosques prosperan, tanto sus sociedades.
Su sobrevivencia no sólo es crucial para la protección de nuestro planeta, sino que también es crucial para la protección de la diversidad cultural y lingüística. En el mundo hiperconectado de hoy, la existencia de Pueblos Indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial es un testimonio del rico y complejo tejido de la humanidad, y sería una enorme pérdida para nuestro mundo si dejan de existir.
LA NACION