Astrónomos encuentran por primera vez evidencia de oxígeno molecular en otra galaxia

Los científicos lograron detectar la presencia de O2 en la galaxia Markarian 231, situada a 561 millones de años luz de nuestro planeta.

Astrónomos encuentran por primera vez evidencia de oxígeno molecular en otra galaxia
Imagen tomada por el Telescopio Espacial Hubble de Markarian 231NASA, ESA, the Hubble Heritage (STScI/AURA)-ESA/Hubble Collaboration, and A. Evans (University of Virginia, Charlottesville/NRAO/Stony Brook University)

Un grupo de astrónomos liderado por Junzhi Wang, de la Academia China de las Ciencias, ha encontrado evidencia que supone la presencia de oxígeno molecular (O2) en Markarian 231, una galaxia a 561 millones de años luz de la Tierra, de acuerdo a una investigación publicada en The Atrophysical Journal.

Los científicos han descrito a Markarian 231 como un núcleo galáctico impulsado por un cuásar extremadamente luminoso, considerado el más cercano a nuestro planeta conocido hasta ahora. Además, cuenta con un agujero negro supermasivo activo en el centro. 

Valiéndose de los radiotelescopios IRAM 30M y NOEMA, los astrónomos realizaron profundas observaciones de la galaxia en varias longitudes de onda, lo que les permitió detectar por primera vez un emisión de oxígeno molecular al exterior de la Vía Láctea.

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Las emisiones de O2 fueron detectadas en regiones a unos 32,6 años luz de distancia del centro de la galaxia. De acuerdo a la hipótesis vigente, estas se originan debido a que la intensa radiación presente en la estrellas recién formadas sublima las partículas de hielo, liberando así el oxígeno.   

Este fenómeno no es nuevo para los astrónomos, puesto que se había observado con anterioridad en la nebulosa de Orión. Sin embargo, las mediciones revelaron que la abundancia de oxígeno presente en Markarian 231 es 100 veces mayor.  

No obstante, los investigadores reconocen la necesidad de llevar a cabo más observaciones para corroborar la interpretación de sus resultados. De confirmarse, este fenómeno ayudaría a los científicos a entender de mejor manera el comportamiento del oxígeno molecular en las galaxias, así como el flujo de salida molecular de un núcleo galáctico activo.