Problema de competitividad con Brasil no son los impuestos, es la devaluación, explica Orué

El viceministro de Tributación, Óscar Orué, conversó con el equipo de Universo 970 AM y GEN sobre los aspectos actuales de la administración tributaria, específicamente respecto a la solicitud de reducción de aranceles en el comercio fronterizo con Brasil.

En cuanto al primer punto, explicó que la petición de los comerciantes de frontera es dejar de pagar impuestos y bajar los aranceles, a lo que el viceministro respondió que el problema que se tiene con Brasil es la devaluación de la moneda y no los impuestos.

“Acá lo que pasa es que el modelo de negocio de la zona fronteriza tiene un nivel de competitividad muy fuerte de parte de Brasil porque habilitó sus zonas francas o duty free en plena ciudad, cosa que es inviable desde el punto de vista legal, pero dentro de su potestad lo hizo. Y eso les afecta a los fronterizos”, expresó Orué.

Reducción en ventas

Dicha situación se suma al nivel de menor venta debido a que hay menos brasileños que están cruzando hacia el lado paraguayo por el contexto de la pandemia, agregó el titular de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET).

Básicamente, lo que los comerciantes de frontera plantean es que se les exonere o dejar de pagar impuestos como el Selectivo al Consumo, el IVA, que necesariamente sí tienen que pagar en el régimen de turismo, y también piden que se les bajen los aranceles, de modo que vuelvan a ser competitivos, según lo que ellos consideran, dijo el titular de la administración tributaria

“El problema de competitividad que se tiene con Brasil no tiene que ver con los impuestos, sino más bien con la devaluación de la moneda y que hoy quizás en algunos bienes es más barato comprar en Brasil o en Argentina incluso”, recalcó.

Por consiguiente, desde el Gobierno tendrán que ver algunas alternativas para ayudar a estos sectores, pero consideró muy difícil poder establecer dos regímenes tributarios en un mismo país, que es el punto en el que no están de acuerdo, ya que además existen de por medio compromisos internacionales que no se pueden dejar de cumplir.

Eventualmente, si se aprueba un proyecto de este tipo, el país ingresaría en la lista negra a nivel internacional, ya que se consideraría que es un régimen pernicioso, ya que una cuestión tributaria no puede beneficiar solo a un sector, precisó Orué. LA NACION