“La vida es hoy y debemos disfrutarla al máximo”

 A pesar del dolor que conlleva la partida de un ser querido, los buenos recuerdos los mantienen vivos y sus legados los hacen eternos.

El filósofo griego Aristóteles dejó un gran pensamiento para los momentos difíciles de la vida: “Es durante nuestros momentos más oscuros cuando debemos centrarnos en ver la luz” y en tiempos tan difíciles como lo es la pandemia, es cuando más aferrados debemos estar a las pequeñas cosas buenas de la vida y ese es el caso de Melizza Villalba.

Melizza es abogada, y como muchos a consecuencia del Covid-19 perdió a un ser querido; en su caso, fue a su esposo Fermín, de 35 años, a tan solo cinco días del cumpleaños número 3 de su pequeño hijo. “Fermín es el amor de mi vida, el papá de mi hijo, mi amor eterno. Él era el hombre de mis sueños, fue todo y más de lo que siempre quise en un hombre. Tuvimos ocho años de una hermosa relación, teníamos que casarnos este 2021, pero lastimosamente falleció el 23 de setiembre de 2020, luego de varios días de lucha contra el Covid-19”, manifiesta.

Fueron 20 días interminables y muy difíciles para ella y su familia. Su esposo estuvo 18 días en terapia intensiva con un cuadro delicado en los pulmones. “Yo le contagié a él, fui yo la que tuve primera los síntomas y me contagié en el trabajo, él no fumaba ni tenía enfermedades de base, tenía apenas 35 años”, explica.

EXPERIENCIA DE VIDA

La experiencia con el Covid-19 le dejó un mensaje imborrable para llevarlo presente en todo momento y, en especial, para compartirlo con su pequeño hijo. “La vida hay que disfrutarla al máximo siempre, no hay que esperar un día especial para dar un lindo paseo o comer tu comida favorita. Con él aprendí que la vida es hoy y que siempre debemos hacer lo que nos hace feliz, porque en estos ocho años vivimos tan intensamente todas las etapas de nuestra relación, tan plenamente que me queda la paz de que fuimos muy genuinamente felices”, rememora.

El legado que dejó su esposo se refleja en el cariño de la gente que hasta hoy día se encuentra pendiente de ella y su hijo. “A donde voy encuentro alguien que tiene una buena anécdota para contarme de él y de la ayuda que le había brindado. Estoy segura de que cuando Fermincito sea grande y se encuentre con alguien que conoció a su papá no va a dudar en hacerle saber que su padre fue un gran líder y un gran ser humano y que debe estar orgullosísimo de ser su hijo”, menciona.

En cuanto a la vacuna espera que todos los paraguayos puedan acceder a ella y le pierdan el miedo. “Yo ya me pude vacunar gracias a Dios. La vacuna es la única vía que tenemos para tratar de volver a la vida de antes. Aprovechen la oportunidad de estar aquí. Aprovechen la gran posibilidad de vacunarse y de vivir y seguir junto a las personas que aman. Yo daría todo por tener a Fermín aquí y que juntos podamos contar la historia de esta terrible pandemia. Pero él ya no está y no tiene esta posibilidad que tenemos nosotros”, sentenció. UH