El sector exige una decidida intervención del BCP para evitar que se incrementen los costos de producción y que la ciudadanía sufra embates como el encarecimiento de los combustibles.
La actual apreciación del dólar genera preocupación, nuevamente, al interior del Centro de Importadores del Paraguay (CIP). Este gremio advirtió, a través de un comunicado, que la tendencia alcista de la cotización de la moneda norteamericana en el mercado local puede generar un impacto en la actividad económica nacional.
Neri Giménez, presidente del CIP, calificó como “sumamente necesaria” la firme intervención del Banco Central del Paraguay (BCP) en el mercado cambiario, para evitar fluctuaciones indeseadas y dotar al país de mayor previsibilidad al respecto.
“El notable efecto multiplicador negativo de una suba del dólar americano afectará a todos los Agentes Económicos Nacionales, incluso a los consumidores finales, y hasta al propio Estado paraguayo en sus recaudaciones fiscales”, sostuvo.
Giménez recalcó que esta suba del valor de la divisa estadounidense representará un incremento de costos para diversos sectores económicos y de precios de numerosos productos finales, tales como el combustible, el cual recordó que es “un producto muy sensible para toda la ciudadanía”. Además, se refirió a la “gran diferencia” de cotización que persiste entre el tipo de cambio que se maneja entre bancos y casas de cambio. “La situación es más grave aun para algunos sectores”, añadió.
Este martes, el dólar a la venta en el sector minorista o de casas de cambio se fijó en G. 6.400, mientras que en el mayorista (bancos, para operaciones de cheque y transferencia) cerró en G. 6.520, según cálculos del BCP.
“Finalmente y ante esta situación, el CIP expresa así su clara posición gremial de apoyo a todas las medidas y acciones de política económica que beneficien a toda la población nacional, y no solo a algunos sectores en detrimento de otros”, concluyó.
El dólar cerró el 2019 con una apreciación en torno al 8%, frente al guaraní. Esto se dio como consecuencia de condiciones domésticas como la menor exportación de soja, carne y energía, debido a la caída de la producción resultante de condiciones climáticas adversas, pero también por los menores precios internacionales que se pagan por los productos.
Expectativas. Para el 2020, las perspectivas son de menores presiones al alza sobre el dólar, al menos desde los elementos internos. Se aguarda la recuperación de la soja, que en el 2019 sufrió una merma de 23% por la sequía y experimentó una caída de más de 25% en las exportaciones. También se prevé un mejor panorama para la carne y la energía eléctrica.
Fernando Filártiga, miembro del Directorio del BCP, sostuvo en entrevista concedida a radio Monumental que la banca matriz realizó esfuerzos por mantener un dólar “relativamente estable”, en medio de una incesante incertidumbre en los mercados externos proveniente de eventos como la guerra comercial entre China y Estados Unidos y la actual enemistad de la potencia norteamericana con Irán. UH